Powered by

bankia-mujeres-STEM

listas
para despegar

Empoderamiento de las mujeres desde la educación

Principios de los años 60. “Preparados para el lanzamiento”, anuncia la intrépida comandante Adriana, ajustando los mandos, ”tres… dos….”. Los motores rugen, la nave tiembla y los eyectores se preparan para la propulsión. Taurus, leal amigo y segundo de a bordo de todas sus misiones cósmicas, la mira fijamente sin miedo, se rasca una oreja y saca la lengua. 

“… Uno. Despegando”. La comandante Adriana y el subcomandante Taurus se dirigen a toda velocidad hacia la oscuridad del universo. Aunque nota la influencia de las fuerzas gravitatorias que atraen la nave hacia tierra, sujeta con fuerza el control del trasbordador y mantiene el rumbo hacia el espacio. La misión está siendo un éxito hasta que de repente, mayday!

Se abre la puerta, la luz entra y la nave queda totalmente expuesta a la claridad. “Adriana, hija” dice su madre, a la vez que saluda a Taurus, ahora ladrando de felicidad al ver a su dueña, “¿otra vez jugando a oscuras?”. Adriana se quita el colador que hace de casco y corre a revisar la compra que ha traído su madre. La conquista del espacio, de nuevo, tendrá que esperar.

Un pequeño paso para el hombre...

Pero no lo hará mucho. A Adriana siempre le fascinará el espacio y no son pocas las horas que invertirá en el tejado de su casa, observando el cielo oscuro, preguntándose a qué distancia están las estrellas.

El 20 de julio de 1969, algo mantiene a Adriana, ya adolescente, pegada a la tele, la única tele del barrio en el que vive con su familia en Buenos Aires. Se trata de la llegada del ser humano a la luna, un gran paso para la humanidad que le hizo decidir entonces que ligaría su vida a la investigación espacial.

Por ello, cuando un año más tarde y con apenas 15 años, la familia de Adriana se muda a Estados Unidos, su primera pregunta nada más aterrizar no sorprende a nadie.

“¿Y dónde está la NASA?”

bankia-mujeres-STEM

El cambio: fórmula de éxito

Hoy, y tras graduarse en Geología, especializarse en Geología Planetaria en la Universidad Estatal de California y doctorarse en la Vrije Universiteit de Ámsterdam, Adriana ha cumplido su vocación y es Science Program Manager en la agencia espacial norteamericana. Ha liderado y colaborado en varias misiones de mucha importancia, como la Juno, que nos arrojó luz sobre el inmenso planeta Júpiter, o la New Horizons, que nos permitió conocer más a Plutón.

Adriana, además, es responsable de la investigación sobre Chicxulub, el cráter que se produjo en la península de Yucatán a causa del impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios.

Varias décadas han pasado desde que viera con extrema admiración el alunizaje que hoy recuerda emocionada; ahora cuenta con más de 30 años de trayectoria en la NASA. Por ello, Adriana es inspiración para muchas otras mujeres que, como ella, de niñas soñaban con las estrellas en el cielo y otros sistemas solares. 

Y, como ellas, aún mantiene la misma ilusión por el espacio y sigue maravillándose por cómo, a causa de una gran explosión, existe el mundo tal y como lo conocemos. “Estamos hechos de polvo de estrellas”, comenta conmovida.

Considerada una de las mujeres más influyentes en el mundo científico, es consciente de que queda mucho por hacer: “Hay que proveer más oportunidades para incentivar a las jóvenes de ser químicas, físicas, astrónomas, astrofísicas, geólogas planetarias, astronautas, ingenieras… Las mujeres en la ciencia son fórmulas de cambio”.

Un largo camino aún por recorrer

El caso de Adriana Ocampo es un caso tan fascinante como único

Aunque son muchos los avances en materia social, existen aún campos en los que la actividad femenina no consigue romper las cifras récord, e, incluso, sufre un pequeño retroceso en comparación con años anteriores. 

Uno de estos campos es el conocido por STEM, por sus siglas en inglés, que engloba las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. Aunque la mayoría de las personas que obtienen estudios universitarios cada año son mujeres, el porcentaje de las que se gradúan en carreras técnicas ha ido descendiendo en los últimos tiempos.

Esto tiene como consecuencia inmediata una infrarrepresentación de las mujeres en aquellos empleos relacionados con las TIC, el sector digital y el de  IT. De igual manera, su presencia en consejos de administración y puestos ejecutivos es siempre menor a la de sus colegas masculinos.

Para cambiar esta deriva, y tal y como dice Adriana, es necesario incentivar a las jóvenes a romper el techo de cristal que muchas veces perciben a la hora de matricularse en carreras técnicas y promocionar su presencia en aquellos sectores en los que, hasta ahora, han visto una amplia representación masculina.

Pero, ¿cómo conseguirlo?

bankia-mujeres-STEM
bankia-mujeres-STEM

Dejando huella

Adriana Ocampo es hoy un pilar fundamental en la NASA gracias a la beca de un programa espacial para estudiantes que cumplió, cuando era adolescente, su sueño de acercarse a las estrellas. La geóloga planetaria aguarda con impaciencia la próxima misión a la luna que tendrá lugar dentro de muy poco. 

En esta nueva conquista de nuestro satélite, Adriana espera que se repita esa icónica huella sobre la superficie lunar como la que todos guardamos en la memoria, esta vez por una mujer.

Como Adriana, Bankia y Fundación UNIR quieren servir de estímulo para sean muchas mujeres las que dejen huella en muchos otros ámbitos del sector técnico. Hoy, más que nunca, el límite es el cielo.

Mujeres con futuro

Para promocionar y fomentar la inclusión de mujeres en carreras STEM y relacionadas con IT, Bankia y la Fundación UNIR han aunado fuerzas para lanzar un ambicioso acuerdo para impulsar el talento femenino.

Para ello, la entidad concederá 50 becas para estudios de títulos propios, programas avanzados, programas de máster oficial y programas Edix en la Universidad Internacional de la Rioja.

El acuerdo ha sido firmado dentro del marco de la jornada “IT, Empleo y Mujer”, en la que se ha puesto de manifiesto la intención de que todas las mujeres que disfruten de estas nuevas becas puedan servir “de modelo e inspiración a seguir para muchas otras”, tal y como ha declarado la directora corporativa de la Territorial Norte de Bankia, Begoña Hernández.

Las condiciones para disfrutar de estas ayudas son ser mujer residente en alguna de las provincias españolas, haber cumplido el proceso de admisión en UNIR y solicitarlas para formación en Ciencia, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas.

El programa elegido comenzará entre los meses de marzo y abril y las interesadas podrán enviar su candidatura hasta el próximo 14 de febrero.

MUJERES STEM

¿estás preparada?

pide pista para despegar

Un proyecto de La Razón para

bankia-mujeres-STEM