De acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que las Naciones Unidas han establecido para la Agenda 2030, los procesos de urbanización juegan un rol central en el desarrollo económico, social y ambiental y en el del bienestar de los ciudadanos.
Su importancia viene recogida en el ODS 11, que insta a todos los agentes sociales implicados a “conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”.