[Clece] 1.200 árboles para absorber 157 toneladas de CO2

1.200 árboles
para absorber
157 toneladas de CO2

Talher, filial de Clece, ha inaugurado su primer bosque sostenible para compensar la huella de carbono de sus actividades

Según la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, España se compromete a cumplir los objetivos del Acuerdo de París y asegurar, así, la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2050. Descarbonizar la economía española y promover la transición a un modelo circular son los principales objetivos que se pretenden lograr con esta normativa. También incluye un llamamiento a las empresas, que desde 2023 han de calcular el impacto medioambiental de su actividad y proponer una estrategia —revisable cada cinco años— para reducirlo hasta alcanzar la neutralidad.

Compensar la huella de carbono es una opción que las organizaciones pueden proponer de manera voluntaria. Es el caso de Talher, filial de Clece, dedicada a prestar servicios medioambientales a nivel nacional, que acaba de poner en marcha su primer bosque sostenible en Benalmádena (Málaga).

Calculo, reduzco, compenso

Reducir emisiones es el principal compromiso. Adicionalmente, las empresas interesadas pueden adherirse a proyectos de absorción de CO2 ya implantados y registrados en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) o crear el suyo propio para contrarrestar su impacto medioambiental.

En el caso de Talher se eligió la segunda opción para aprovechar su experiencia de casi 40 años en la gestión, conservación y mantenimiento forestal. Según explica Mónica Manrique, su directora, después de calcular las emisiones que genera la actividad de toda la compañía e implementar medidas para reducir la contaminación, como cambiar los vehículos impulsados por combustibles fósiles por alternativas eléctricas, lo siguiente era compensar las emisiones de CO2 creando su propio bosque. “Primero había que buscar un terreno que cumpliera los requisitos y llegar a un acuerdo de colaboración con una corporación pública que estuviera interesada”, explica.

La iniciativa fue promovida por el Departamento de Calidad y Medioambiente de la compañía que llevó a cabo una prospección de posibles terrenos con los que implementar su propuesta para compensar huella de carbono. Finalmente encontraron una parcela de 1,59 hectáreas, el equivalente a 3 campos de fútbol, situada en Benalmádena. Se trata de un terreno que se incendió en 2019 y hacía falta repoblar. Tras conseguir la preinscripción en el Registro de huella, compensación y proyectos de absorción de CO2 del MITECO, Talher comenzó con la plantación de 1.200 árboles de especies autóctonas en diciembre de 2023: pinos, algarrobos, aladiernos, alcornoques, acebuches, mirtos y tarajes conforman este recién estrenado espacio natural. Según sus estimaciones, el Bosque Talher Benalmádena absorberá unas 157 toneladas de dióxido de carbono en los próximos 30 años, tiempo durante el cual la filial de Clece se encargará del mantenimiento y conservación de su biodiversidad. “El proceso es algo complejo y cuando lo haces por primera vez los trámites burocráticos son muchos y complicados —comenta Manrique—, pero merece la pena, sobre todo si puedes implicarte, como es nuestro caso”.

Sembrando un futuro más verde

Jesús Castañer es gerente de Talher en Andalucía, por lo que ha vivido la puesta en marcha de este bosque de una forma muy cercana. Coincide con su directora en la carga administrativa que implica cumplir las exigencias de la inscripción y solventar las dudas que iban surgiendo, aunque destaca también que, a nivel técnico, gracias a su know how, ha sido un proyecto relativamente sencillo de elaborar. Hecha la plantación, durante los dos primeros años hay que prestar especial atención a la evolución de las especies mediante lo que se conoce como “riego de consolidación”, que presenta muchas dificultades debido al estrés hídrico que tiene actualmente esta región.

Otra de las personas implicadas en este proyecto y, de hecho, la más cercana a la finca físicamente, es Antonio Sánchez, jefe de grupo de Talher de Málaga y Córdoba. Es él quien nos describe el escenario donde se ubica esta finca: un parque cercano a una zona de urbanizaciones donde es habitual ver a gente paseando o acercándose al mirador para disfrutar del bonito paisaje.

Compromiso

Además de la problemática del riego, otro de los grandes retos es impedir que se produzca un incendio de nuevo, por lo que, a partir del año que viene, dos o tres veces al año (según las necesidades) una cuadrilla se encargará de limpiar las malas hierbas.

Para eso habrá que esperar: ahora mismo apenas miden 50 centímetros, pero poco a poco se irán convirtiendo en altos y frondosos árboles. “En jardinería solemos decir que, si quieres una planta grande tienes que plantarla desde pequeña”, afirma Sánchez. Aunque Talher presta servicios, como la jardinería, que contribuyen a reducir la huella de carbono, esta es la primera vez que ponen en marcha un proyecto con el fin de generar un beneficio medioambiental. “Nuestra obligación es conseguir que este bosque salga adelante y cumplir con el compromiso de compensación de huella”, concluye.

Para verificar que se está mitigando el impacto medioambiental de la compañía, cada cinco años este bosque sostenible se someterá a una auditoría realizada por una empresa externa. Esta revisión tratará de comprobar la cantidad de CO2 que es capaz de absorber este parque para, si fuera necesario, ajustar la estimación de absorciones calculadas al inicio del proyecto.

A la pregunta de si les gustaría poner en marcha más bosques sostenibles en el futuro, Castañer no lo duda: por supuesto. De hecho, el propio Ayuntamiento de Benalmádena podría estar interesado en repetir esta iniciativa con otros terrenos. “Lamentablemente, sufrimos muchos incendios, por lo que este tipo de proyectos interesan a las administraciones para poder reforestar esas superficies quemadas”, aclara.

metros cuadrados

árboles de especies autóctonas

toneladas de co2 en 30 años

Un proyecto de La Razón para