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España es uno de los países de la Unión Europea más afectados por el cambio climático. Por su situación geográfica y sus características climatológicas, nuestro país se enfrenta a un importante estrés hídrico, especialmente en el sur y Cataluña. Esta problemática ya afecta al consumo humano (en algunas zonas ya hay restricciones horarias), pero también tiene repercusiones en los ecosistemas y en la seguridad alimentaria.
¿Cómo podemos plantar cara a este desafío? Una estrategia eficaz es cambiar el paradigma de la gestión del agua de tal manera que se contemple tanto la redistribución como la ampliación de fuentes de aprovisionamiento, además de la adopción de prácticas sostenibles en ciudades, industrias y otros sectores especialmente afectados, como es el agrícola.
En este contexto, empresas como Agbar, parte del grupo Veolia, desempeñan un papel clave en la lucha contra el cambio climático y la preservación de los recursos naturales, especialmente del agua. La compañía presta servicios de agua a 13 millones de personas en más de 1.100 municipios de la geografía española. A través de la innovación y la digitalización y con claro enfoque local, fomenta el desarrollo de soluciones de mitigación y adaptación al cambio climático.
La estrategia de Agbar se basa en la regeneración y reutilización del agua para tratar de que su ciclo sea más circular. Estas soluciones permiten, por ejemplo, el riego de zonas verdes, la limpieza de calles o el suministro a industrias a partir de agua regenerada. De esta manera no solo se reduce la presión sobre los recursos hídricos, sino que también se contribuye a la sostenibilidad del ciclo integral del agua y a la preservación de los ecosistemas.
En regiones como Cataluña, esta iniciativa ya se está implementando con resultados positivos.Esta zona, de hecho, se enfrenta actualmente a la sequía más severa de las últimas siete décadas, lo que ha llevado a la Agencia Catalana del Agua (ACA) a declarar el estado de emergencia en el área metropolitana de Barcelona y parte de Girona.
Un 25% del agua que consume el área de Barcelona ya es regenerada
Para hacer frente a esta situación, Aigües de Barcelona ha puesto en marcha con éxito esta solución de reutilización de agua: cada segundo se envían 1.500 litros de agua regenerada al río desde la ecofactoría del Baix Llobregat hasta Molins de Rei donde esta agua está captada en una planta de tratamiento de agua potable de Sant Joan Despí, para potabilizarla y enviarla a la red de distribución y seguir así el ciclo del agua.
Esta agua regenerada también se emplea para mantener el caudal del río, para usos agrarios y para usos urbanos, como la limpieza de calles o el riego de zonas verdes. Además, también se inyecta en pozos de la zona para actuar como una barrera contra la intrusión salina y mejorar la calidad del agua del acuífero. En un futuro se prevé que pueda utilizarse también para usos industriales en la Zona Franca y el polígono industrial Pratense, así como para usos urbanos y domésticos en el polígono de la Marina del Prat Vermell.
El grupo también prevé replicar este modelo en la cuenca del Besòs con la ayuda de los fondos europeos Next Generation. Esta solución garantizaría la resiliencia hídrica de 5 millones de personas de la región metropolitana de Barcelona.
Otro buen ejemplo es la región de Murcia, donde la reutilización del agua está consiguiendo paliar de manera significativa los efectos de la sequía.
El sector agricultor de esta comarca puede producir más de 412.000 toneladas anuales de hortalizas gracias al agua regenerada
La depuradora Cabezo Beaza de Cartagena, gestionada por Hidrogea (parte del grupo Agbar), trata 24.000 m3 de agua al día, lo que abastece a 4.300 hectáreas de cultivo. En esta zona, muy marcada por la falta de lluvia y, a la vez, por su huerta, se ha demostrado que es posible no solo mantener las cosechas, sino incluso aumentarlas gracias a la regeneración del agua.
A través de su red de hubs digitales, Agbar integra tecnologías de vanguardia como la inteligencia artificial y el big data para optimizar tanto la distribución del agua como la detección temprana de fugas. Cada uno de estos centros está especializado en la temática de los territorios en los que opera (economía circular, turismo sostenible, resiliencia hídrica, etc.) para actuar como aceleradores locales.
Además de estas iniciativas y en línea con el lema de este año, Agbar se compromete con el objetivo de garantizar el acceso al agua a todas las personas, con medidas como tarifas sociales y fondos destinados a colectivos que lo necesitan.
Esta visión se amplía con iniciativas que buscan fomentar el desarrollo sostenible a través de la educación, la empleabilidad y la creación de comunidades sostenibles.
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