Según la OMS, el término telemedicina hace referencia a “la prestación de servicio a través de las Tecnologías de la Información y Comunicación con el objetivo de cuidar la salud de la población y de la comunidad”. Surgió en los 70 y su crecimiento en las últimas décadas demuestra la enorme utilidad que tiene tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes y sus familias, especialmente cuando la distancia es un factor determinante.
Los ordenadores portátiles, los teléfonos móviles y, por supuesto, internet son medios muy eficaces para superar las barreras geográficas en diferentes ámbitos, también en el de la atención médica. La evolución de la tecnología ha permitido que la telemedicina ofrezca diagnósticos, tratamientos y cuidados de la salud a distancia, logrando, a su vez, optimizar tiempo y costes, además de mejorar la accesibilidad, por ejemplo, en zonas rurales. Aunque, como indica también la OMS, hay que entender la telemedicina siempre como un complemento, pero en ningún caso como sustituto de una consulta presencial. Y así lo han incorporado en las residencias CleceVitam: como una herramienta de apoyo en el dictamen de determinados diagnósticos, como una segunda opinión sobre el tratamiento a aplicar e incluso para dar formación continuada a sus equipos.