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Desnivel

La librería que hizo de la pasión por la montaña un negocio que dura más de 100 años

En el corazón del Barrio de las Letras de Madrid se encuentra la Librería Desnivel, especializada en montaña, viajes y aventura. Fundada en 1898, es la librería más antigua de España. Un reflejo de uno de esos negocios ‘para siempre’, que representan una forma única y especial de relacionarse con sus clientes. 

Es, quizá, la guinda del pastel a un barrio de calles adoquinadas en las que se entremezcla la esencia de la literatura y la historia de nuestro país. Por esta zona vivieron nombres tan ilustres de las letras españolas como Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Quevedo y Calderón de la Barca.

El Barrio de las Letras ha experimentado una transformación notable de aquellos años del Siglo de Oro (donde había huertas y conventos) y muy especialmente en los últimos 30 años, en los que se han desterrado los coches de muchas de sus calles, ahora peatonales, y donde los comercios de antaño han dado paso a otro tipo de establecimientos.

Darío Rodríguez, el dueño de la librería Desnivel y de la editorial que lleva el mismo nombre, decidió hace 26 años instaurarse en el local que ahora regenta. “Que una librería centenaria con 126 años de antigüedad siga viva en esta zona es algo que mantiene de alguna manera la esencia del barrio”, defiende. Cuando se instalaron en su actual local, el panorama era “de alguna manera decadente, con comercios un poco decrépitos”. Pero con el paso de los años y esa peatonalización de las calles muchos locales centenarios que convivían alrededor de la librería han desaparecido. “Han perdido su esencia para convertirse, en la mayor parte de los casos, en bares o restaurantes. Y nosotros este local lo hemos seguido manteniendo, y lo vamos a seguir haciendo, como ha sido siempre desde hace 126 años”, asegura.

Punto de encuentro

Darío asegura que Desnivel es cumplir un sueño. “Mantener este local como tal (desde sus inicios fue una librería), saber que es la librería más antigua de España y que sigue en el mismo local, es seguir manteniéndola viva”, defiende.

Algo que se consigue, en su opinión, recuperando la esencia de aquellas librerías de hace dos siglos. Unos establecimientos que “eran un punto de encuentro, no solamente un lugar donde se compra libros, sino un lugar donde se intercambian ideas, conocimientos, cultura… Aquí se compartían viajes, experiencias, historias de montaña, y es también un sueño muy difícil, casi imposible, en la época de las grandes empresas, de Internet…”.

Por eso, Darío asegura que, “más que un negocio, es un estilo de vida y, sobre todo, una pasión: el libro, la cultura”. Porque, defiende, “si lo miras como negocio, hay mil cosas más interesantes a las que dedicarte”. 

¿Por qué entonces decidió Darío Rodríguez embarcarse en esta aventura? “Empecé en el año 81 editando una revista muy sencilla, en papel, en blanco y negro, en una época en la que todavía no existían los ordenadores”, rememora. Unos años que coincidieron con la movida madrileña y el movimiento cultural que se generó alrededor. De aquello nació después la editorial Desnivel, con la que se han editado más de mil libros. “Empezamos en un local muy pequeñito, aquí cerca, también en el Barrio de Las Letras, en Madrid, y tuvimos la suerte de que este local, la gente que lo llevaba, que había sido librera desde el año 1898, se jubilaba y lo convertimos en librería de montaña”, recuerda este empresario. 

En ese afán porque la librería de viajes, de aventura, de excursionismo y de encuentro con la naturaleza fuera un punto de encuentro, de intercambio de ideas, experiencias y viajes, se decidió que la inaugurase “el que ha sido posiblemente el personaje más importante del alpinismo: Walter Bonatti, casi imposible de ver en ningún lugar”. Desde ese momento, han pasado por Desnivel “prácticamente todos los grandes personajes del alpinismo”. No en vano, en este establecimiento hay, al menos una vez a la semana, una conferencia o una presentación de un libro.

De hecho, Darío asegura que tienen contacto con muchísimos personajes relacionados con el mundo de la montaña, creando entre todos “esta pequeña comunidad que es el mundo de Desnivel”. Tanto es así, que el dueño de este emblemático establecimiento asegura que hay alpinistas extranjeros que si el avión hace escala en Barajas y tienen unas horas se acercan a la librería a visitarla, conocerla o comprar libros. “Cualquier persona del mundo de la montaña intenta pasar por aquí. La montaña es un mundo, un deporte, alrededor del cual hay mucha cultura”.

Proveedores y socios

Darío asegura que mantener un negocio tan tradicional como el suyo no es fácil. “Han desaparecido casi todos los locales centenarios por muchísimas cosas. Una de ellas es lo difícil que es en el año 2024 competir con otras empresas, con multinacionales, y sobre todo en un segmento como el libro, donde el margen es muy pequeño”. Por eso, que la librería siga funcionando y dando empleo a entre 8 y 10 personas “es algo que parece imposible”. 

Pero que se logra, entre otras cosas, por la relación y el apoyo de proveedores y socios, como la relación con los bancos. “Son clave en un pequeño negocio, en una pequeña empresa”, reconoce, añadiendo que con Banco Sabadell la relación siempre ha sido “excepcional”. “Ha tenido unas líneas de apoyo al libro, de apoyo al mundo editorial que, sobre todo en el momento del Covid, fueron muy importantes, porque fueron momentos muy difíciles en los que tuvimos que cerrar el local”, recuerda. 

Aunque reconoce que la venta por Internet les permitió subsistir, “el apoyo del Banco Sabadell ha sido, y es, súper importante. Para los pequeños comercios es nuestro compañero, nuestro aliado, a quien recurrimos siempre que necesitamos apoyo”, señala. 

Darío Rodríguez destaca que, en momentos de digitalización “en los que es casi imposible hablar con un ser humano”, tener un contacto humano con el gestor de la empresa, con el director del banco, es muy importante. “Banco Sabadell me recuerda a lo que tiene que ser un banco de toda la vida, con contacto humano, personal, de cercanía. Lógicamente el banco siempre tiene que ver las máximas garantías en su trabajo, pero también tiene que haber detrás un ser humano que ve el proyecto, a quien apoya y que se mueve no solamente por una hoja de cálculo y por la inteligencia artificial”, defiende.

A otros negocios

En nuestra visita a la mítica Librería Desnivel, preguntamos a Darío Rodríguez por alguna recomendación que daría a otros negocios para seguir manteniéndose y alcanzar los más de 100 años de historia, como es su caso. 

“Da igual el negocio que hagas, lo que tienes que tener es pasión”, sentencia, añadiendo un ejemplo. “Hay mucha diferencia entre servir un café con leche normal o servirlo con pasión, con ilusión, con arte, poniéndote un máximo cariño”.

Además, considera que en el actual contexto es importante especializarse. “Esta librería también ha salido adelante por la especialización. Si esta librería hubiera sido de todo un poco, pues posiblemente no hubiera funcionado. Al ser una librería especializada en montaña, un mundo que es muy de tribu, que es muy de gente cercana, y ser la única librería de montaña de nuestro país y una de las pocas del mundo, también ha sido clave para que funcione”.

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