
En 2003, un organismo chino se propuso elaborar un ranking de universidades a nivel mundial basado en datos objetivos e inequívocos. Su propósito era listar las mejores instituciones para que su gobierno las tuviera como ejemplo a seguir… y a superar. Desde el principio, el Academic Ranking of World Universities, ARWU, conocido simplemente como el ranking de Shanghai, se convirtió en una voz influyente y respetada, especialmente por su metodología coherente y sus datos fidedignos. Y así sigue 20 años después.
De acuerdo con los indicadores del ranking de Shanghái, la mejor tecnológica de España no es la de Madrid ni la de Cataluña, sino sorprendentemente la Universitat Politècnica de València (UPV), una institución que se ha distinguido desde siempre por su fuerte apuesta por la investigación y la creación de oportunidades. Sirva como prueba el hito alcanzado por la UPV en 2024: más 100 millones de euros captados en I+D+i.
A sus muchas virtudes, hay que sumarle la variada oferta académica con la que cuenta, una de las más diversificadas de España. Solo en posgrado, la UPV presenta más de 110 másteres y dobles másteres universitarios, con precios sensiblemente más baratos que las públicas de Madrid y Cataluña y hasta 10 veces menos que las privadas.