Empoderamiento de las mujeres desde la educación
Principios de los años 60. “Preparados para el lanzamiento”, anuncia la intrépida comandante Adriana, ajustando los mandos, ”tres… dos….”. Los motores rugen, la nave tiembla y los eyectores se preparan para la propulsión. Taurus, leal amigo y segundo de a bordo de todas sus misiones cósmicas, la mira fijamente sin miedo, se rasca una oreja y saca la lengua.
“… Uno. Despegando”. La comandante Adriana y el subcomandante Taurus se dirigen a toda velocidad hacia la oscuridad del universo. Aunque nota la influencia de las fuerzas gravitatorias que atraen la nave hacia tierra, sujeta con fuerza el control del trasbordador y mantiene el rumbo hacia el espacio. La misión está siendo un éxito hasta que de repente, mayday!
Se abre la puerta, la luz entra y la nave queda totalmente expuesta a la claridad. “Adriana, hija” dice su madre, a la vez que saluda a Taurus, ahora ladrando de felicidad al ver a su dueña, “¿otra vez jugando a oscuras?”. Adriana se quita el colador que hace de casco y corre a revisar la compra que ha traído su madre. La conquista del espacio, de nuevo, tendrá que esperar.