Es por tanto un buen momento para recordar una de las prioridades de la Agenda 2030 de Naciones Unidas presente en aquellos Objetivos de Desarrollo Sostenible que guardan relación con el uso de la energía, la salud, las infraestructuras y el desarrollo económico. La descarbonización es una meta que tan solo se podrá alcanzar con gestión responsable y coordinada capaz de concentrar varios puntos de vista: el ambiental, el social y el económico.
La industria del automóvil se enfrenta por tanto a un desafío sin igual: lograr la descarbonización en el sector,fundamental para cumplir con la reducción de emisiones a la atmósferay para frenar los efectos del cambio climático y asegurar la vida de todas las especies en el planeta. No se trata de una tarea fácil, por lo que es imperativo contar con la implicación de todos los países del mundo, así como con el compromiso tanto de la ciudadanía como de los organismos implicados, tanto públicos como privados.