El compromiso de ACS con la cultura

A través de patrocinios, mecenazgos, donaciones y acción social, la gran firma española supone un fuerte impulso a la creación artística y a la difusión de la cultura a nivel global

La cultura es sinónimo de progreso social. Este desarrollo no solo se traduce en mejoras económicas, sino que hace alusión también a la mejora de la vida de las personas que viven en sociedad.

Además de la responsabilidad individual, son las autoridades competentes y las empresas con capacidad de tomar acción quienes, desde su posición, pueden influir en el fomento de la cultura. Es el caso de Grupo ACS, que, como líder en infraestructuras, ha participado – y continúa haciéndolo – a través de sus filiales (HOCHTIEF, DRAGADOS, Turner) en la construcción de museos y centros culturales en todo el mundo. 

La huella de ACS en el patrimonio cultural universal

Turner

El MoMa de Nueva York

Situado en el Midtown de Manhattan, en Nueva York, es considerado un templo del arte moderno desde su inauguración en 1929. En todos estos años, el edificio se ha ido mejorando y ampliando para poder almacenar más obras y acoger a más visitantes.

La última renovación se inauguró en 2019 y supuso una ampliación del espacio del MoMa de aproximadamente un tercio. Este diseño optimiza los espacios para que sean más flexibles y sofisticados, y propone nuevas rutas de circulación para que los visitantes puedan conectar con el arte de manera pausada y reflexiva. Su fachada acristalada permite, además, acercar el arte a las personas que transitan por las calles de Nueva York.

Turner

Louvre de Abu Dhabi

Inaugurado en 2017, se trata del mayor proyecto cultural de Francia en el extranjero. Es el primer museo universal del mundo árabe cuyo éxito se basa en tres pilares fundamentales: su espectacular arquitectura (obra del francés Jean Nouvel), el nivel de su colección permanente formada por más de 700 piezas representativas de todos los periodos y civilizaciones, y la calidad de las muestras temporales. 

Este proyecto surgió en 2007 a partir de una colaboración histórica entre Emirato Árabes Unidos y Francia para construir un museo vinculado al emblemático Louvre con la intención de presentar al visitante un recorrido fascinante donde se exploran lazos entre civilizaciones y culturas aparentemente alejadas en el espacio y el tiempo. A su amplia muestra se suman unas 300 obras prestadas por otras entidades participantes en este proyecto, como el Centro Pompidou o el Establecimiento Público del Museo de Orsay, y otras 100 obras que el propio Louvre presta cada año. En sus cinco años de vida ya ha recibido más de 3,2 millones de visitas.

HOCHTIEF

Ópera de Praga

Tras casi tres años de remodelación general, en 2020 la Ópera Estatal de Praga volvió a abrir sus puertas con un concierto donde se repasaban sus 130 años de historia. El edificio, de estilo neoclásico, fue el principal exponente estatal de la lengua alemana hasta 1938.

Tras su cierre temporal durante la ocupación nazi y los años posteriores, a finales de 1989 el teatro de convirtió en lo que es ahora y, a su vez, en un emblema de la capital checa. Actualmente el edificio dispone de una nueva tecnología en el escenario, salas de ballet, músicos y coro y un guiño a su construcción original con un telón que imita la época de su inauguración.

HOCHTIEF

Filarmónica de Hamburgo

Inaugurada en 2017, se hizo con el título de obra más importante del año, y no es para menos. Se trata de una construcción realmente compleja levantada en el centro del puerto de Hamburgo, sobre un almacén histórico de tabaco y cacao que data de 1963.

Sobre su planta de geometría abstracta se erige un edificio que culmina en una imponente cresta de la ola en cristal. En su interior se encuentra una de las mejores salas de concierto a nivel mundial con capacidad para 550 espectadores, además del lujoso hotel Westin Hamburgo, con 250 habitaciones. 

Dragados

Ampliación del Museo del Prado en Madrid

En 2007 concluyó la reforma más importante del Museo del Prado hasta la fecha: se trata de un diseño del arquitecto Rafael Moneo con el que se añadía un nuevo edificio articulado en torno al claustro restaurado de los Jerónimos con el que se amplía el espacio en más de un 50%.

La primera parte del proyecto tuvo lugar en el viejo claustro, que se convierte en linterna para iluminar dos salas de exposiciones temporales. El edificio que hace de enlace se construyó sobre un sótano existente en el Museo para albergar el auditorio, la sala de conferencias y de exposiciones temporales, además de zonas de recepción y de circulación interna de piezas de arte.