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El Día de Sobregiro de la Tierra marca cada año la fecha en la que el consumo humano de los recursos naturales supera lo que la Tierra es capaz de regenerar en ese mismo año.
En este 2022, la fecha será el 28 de julio, un día antes que el año pasado.
Vivir en equilibrio con el planeta significa no coger más de lo que este puede reponer. Sin embargo, y desde que empezó a cuantificarse en 1971, cada año utilizamos y consumimos más de lo que la naturaleza es capaz de regenerar.
El Día de Sobregiro de la Tierra (Earth Overshoot Day, en inglés) es la materialización de ese cálculo y señala en el calendario el día y el mes en el que la humanidad termina con los recursos que el planeta puede regenerar en un año.
Según los cálculos de Global Footprint Network, ahora mismo estamos consumiendo a un ritmo elevadísimo, en el que haría falta 1,75 planetas tierras para abastecernos.
La fecha del Earth Overshoot Day no ha parado de adelantarse desde que existe este registro, exceptuando el año 2020, en el que la emergencia sanitaria global ralentizó la mayor parte de las industrias y de la vida en general.
Para este año, la fecha calculada por Global Footprint Network será el 28 de julio, un día menos que en 2021.
A partir de ese día, viviremos en déficit ecológico.
Esta fecha sirve para darnos cuenta del uso que hacemos de los recursos y de la urgencia de impulsar un modelo económico que sea más sostenible y respetuoso con el medioambiente.
Por ello, se trata de una tarea que incumbe a gobiernos, administraciones, empresas y ciudadanía por igual. Juntos debemos reducir la huella ecológica que dejamos en el planeta y proteger y cuidar de su biocapacidad.
En línea con la hoja de ruta de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, Agbar, grupo experto en la gestión del agua y los recursos naturales, contribuye a proteger el planeta y mejorar la calidad de vida de las personas, con propuestas e iniciativas diseñadas para ciudades, agricultura e industria.
Sus soluciones innovadoras tienen por objetivo acelerar la transformación ecológica y reducir la huella de carbono, a través de la gestión sostenible del agua, de los recursos naturales y de la salud ambiental.
Para ello, la estrategia de Agbar cuenta con 4 líneas de actuación claras.
La compañía lleva a cabo acciones para mejorar la huella ambiental mediante soluciones de eficiencia energética, la compra de energía verde con garantía de origen (GdO), la generación de energía renovable o el fomento de la movilidad sostenible.
Con la tecnología y la digitalización de su lado, Agbar ha desarrollado la red Dinapsis, una solución para la transformación digital en la gestión del agua y la salud ambiental de los territorios.
Esta herramienta permite apostar por el desarrollo de ciudades más inteligentes, resilientes y verdes, combinando la operativa de los servicios urbanos ambientales con la divulgación.
La apuesta por un modelo económico y productivo que tenga como objetivo principal un uso más eficiente de los recursos y una gestión de residuos 0 es uno de los principales objetivos de la compañía.
Así, Agbar fomenta la transición del modelo lineal tradicional que sobreconsume los recursos hacia un modelo circular, que los recicla y los valoriza.
Ejemplo de ello es su proyecto pionero para transformar las plantas de tratamiento de agua en biofactorías que le otorgan al agua nuevos usos, como el riego agrícola o para la actividad industrial, así como aquellas iniciativas que buscan valorizar los residuos en nuevos recursos, producir energías renovables y generar un impacto positivo sobre el entorno.
En este aspecto, la biofactoría Sur de Granada, gestionada por Emasagra −parte del grupo−, es referente de economía circular en Europa.
Además de todo lo anterior, Agbar aboga por iniciativas respetuosas con el clima y el entorno a través de soluciones que se basan en la naturaleza y en la transformación de sus instalaciones a infraestructuras verdes.
Estas infraestructuras verdes, ubicadas en espacios urbanos o en el entorno natural, consiguen preservar la biodiversidad local y contribuyen a una economía baja en carbono.
Entre las iniciativas llevadas a cabo por Agbar destacan el control de especies invasoras y la incorporación de especies autóctonas que favorecen a insectos polinizadores y aves, la creación de refugios para polinizadores. la instalación de hoteles de insectos y mariposas, etc.
Estas iniciativas se realizan en muchas ocasiones con el apoyo de las entidades naturalistas locales y las administraciones.
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