Los acuíferos del delta del río Llobregat son considerados una de las fuentes más importantes y estratégicas de agua subterránea en el territorio metropolitano de Barcelona. Su uso intensivo, para el consumo humano y fines industriales desde mediados del siglo XX, provocó una degradación general del sistema acuífero, cuyos efectos principales fueron el descenso de la capacidad de almacenamiento y la entrada de agua marina que comprometió el suministro de agua de la zona.
Para revertir esta situación, se puso en marcha, en el acuífero principal del delta del Llobregat, una línea de pozos para inyectar agua regenerada procedente del tratamiento avanzado de la depuradora del Baix Llobregat, con aquellas aguas residuales depuradas y sometidas a un proceso de tratamiento adicional para adecuar su calidad al uso al que se destinan.
La inyección de agua actúa como barrera contra la intrusión salina y mejora la calidad del agua del acuífero en esa zona. El año pasado, Aigües de Barcelona inyectó en los pozos 679.105 m3 de agua regenerada, el equivalente a 200 piscinas olímpicas.
Cetaqua, el Centro Tecnológico del Agua, lidera el proyecto GOTHAM, que nace de la dificultad para predecir el balance hídrico en los acuíferos y la demanda de recursos hídricos -especialmente en la actividad agrícola- en una zona de estrés hídrico como el Campo de Dalías.
El objetivo del proyecto es predecir, mediante herramientas digitales basadas en técnicas de inteligencia artificial, la disponibilidad y la demanda del recurso hídrico, así como su impacto en la sostenibilidad de las masas de agua subterráneas en el Poniente Almeriense.
Hidralia, empresa del grupo Agbar en Andalucía, colabora en el desarrollo de este proyecto de innovación, junto a los ayuntamientos de Roquetas, La Mojonera y Adra, como responsable de la gestión del ciclo urbano del agua en estos municipios.
Gran parte de los acuíferos de Europa están en mal estado debido a una alta concentración de nitratos, causados principalmente por el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios en las actividades agrícolas y ganaderas que afectan a la calidad de las aguas subterráneas. Además, las tecnologías utilizadas actualmente para revertir esta situación suelen tener un gran impacto ambiental debido a un elevado consumo de energía y a la gran generación de residuos.
Cetaqua, junto con Aguas de Murcia y Aquatec (parte del grupo Agbar), lidera el proyecto LIFE Nirvana, que a lo largo de 2021 ha finalizado la preparación del piloto, situado en el acuífero de Zarandona (Murcia). Además, se han iniciado las primeras evaluaciones de una solución innovadora para reducir, de forma sostenible, la concentración de nitratos en las aguas subterráneas. Esta tecnología consiste en la inyección de nanopartículas de hierro que tienen la capacidad de potenciar la transformación del nitrato en nitrógeno gas, así como de convertir los pesticidas en compuestos más biodegradables.
De todos los municipios servidos por Hidraqua, empresa del grupo que gestiona el ciclo del agua en Comunidad Valenciana, más de 20 se abastecen exclusivamente de agua subterránea mediante pozos. Por este motivo, la compañía se ha especializado en la gestión avanzada de los pozos para la extracción del agua.
El año pasado, Hidraqua trabajó en la identificación de los pozos más significativos y ha iniciado la implementación de sensores que permitan un mayor control y seguimiento de su funcionamiento: para ello, se analizan datos como el caudal y volumen producido, el consumo y la demanda de energía y presión, las profundidades del agua captada, etc.
En este proyecto, se están utilizando tecnologías punteras desarrolladas por Agbar para la gestión optimizada de sondeos y activos de captación de agua subterránea con el objetivo de asegurar un uso eficiente y garantizar la sostenibilidad del recurso en el tiempo.