- Desde 2010, el acceso a agua potable y a instalaciones de saneamiento se considera un derecho humano.
- Gracias al uso de los retretes durante los últimos 200 años, el ser humano ha visto mejorar su esperanza de vida en 20 años, según apunta la periodista británica Rose George. Un mal saneamiento aumenta las posibilidades de sufrir malnutrición o caer en enfermedades que pueden llegar a ser fatales en algunas partes del mundo, como la diarrea, sobre todo en mujeres y niños.
- En la actualidad, hay más teléfonos móviles que retretes en el mundo, según worldbank.org.
- Más de 3.600 millones de personas de todo el mundo -más de la mitad de la población mundial-, no cuentan con acceso a servicios de saneamiento gestionados de manera segura. De ellos, 494 millones no tienen retrete: defecan al aire libre, como apunta un estudio de Naciones Unidas.
- En ese mismo estudio se plantea que, de seguir a este ritmo deficiente, para 2030 solo se habrá alcanzado el 67% de cobertura de personas a nivel mundial.