El principal objetivo de esta nueva instalación es reducir al máximo las emisiones y, por tanto, el impacto medioambiental de Baldocer. En este aspecto, la marca ha establecido una serie de medidas de sostenibilidad para garantizar que las obras de instalación de los paneles solares tengan la menor afectación posible sobre su entorno.
Como medida de protección del suelo, se han delimitado unas zonas acotadas para el desarrollo de las obras, el paso de maquinaria y el depósito de materiales o residuos, tratando de reducir al máximo el espacio utilizado por los operarios.
Para evitar la contaminación de las aguas durante los trabajos, se ha implementado un sistema de saneamiento adaptado tanto a las necesidades del proyecto como a los criterios de impacto medioambiental de la empresa.
Antes del inicio de las obras, para conseguir una gestión de los residuos óptima, se elaboró un Plan de Vigilancia Ambiental (PVA) en el que se incluyó un Plan de Gestión de Residuos de Demolición y Construcción (PGRDC), donde se especifican los tipos de residuos que se generan durante las obras y la forma de gestionarlos. Paralelamente, se ha construido un Punto Limpio para el almacenamiento selectivo y seguro de los materiales.
Del mismo modo, Baldocer ha implementado diversas medidas de protección acústica, atmosférica y de la flora y fauna del entorno de la fábrica.