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La instalación fotovoltaica tendrá una potencia eléctrica de 3.280 kWp, lo que supone una generación anual de más de 4.000.000 kWh. Esto se traduce en una reducción de las emisiones de más de 1.000 toneladas de CO2, el equivalente de plantar 73.000 árboles.
El almacén, ubicado en la planta de Vilafamés, cuenta con una superficie de 36.000 m² y ha sido diseñado para albergar 18.000 m² de instalación fotovoltaica. Estas instalaciones estarán acabadas este mismo mes de julio y se sumarán a la construcción de un nuevo almacén en Vall d’Alba, en un terreno de 253.000 m², con una superficie cubierta de 86.530 m² y una zona de carga de 10.800 m².
Para aumentar la eficiencia de la nueva instalación de paneles solares, se ha utilizado una tecnología de módulos monocristalinos, que muestran el mejor comportamiento frente a las altas temperaturas. Esta decisión, además, implica la utilización de menos piezas para conseguir la misma cantidad de energía que con otro tipo de instalaciones, lo cual también se traduce en un menor número de estructuras y materiales.
El correcto funcionamiento de la instalación será controlado a través de un sistema de monitorización por parte de la empresa que ha realizado la instalación de los paneles fotovoltaicos.
El principal objetivo de esta nueva instalación es reducir al máximo las emisiones y, por tanto, el impacto medioambiental de Baldocer. En este aspecto, la marca ha establecido una serie de medidas de sostenibilidad para garantizar que las obras de instalación de los paneles solares tengan la menor afectación posible sobre su entorno.
Como medida de protección del suelo, se han delimitado unas zonas acotadas para el desarrollo de las obras, el paso de maquinaria y el depósito de materiales o residuos, tratando de reducir al máximo el espacio utilizado por los operarios.
Para evitar la contaminación de las aguas durante los trabajos, se ha implementado un sistema de saneamiento adaptado tanto a las necesidades del proyecto como a los criterios de impacto medioambiental de la empresa.
Antes del inicio de las obras, para conseguir una gestión de los residuos óptima, se elaboró un Plan de Vigilancia Ambiental (PVA) en el que se incluyó un Plan de Gestión de Residuos de Demolición y Construcción (PGRDC), donde se especifican los tipos de residuos que se generan durante las obras y la forma de gestionarlos. Paralelamente, se ha construido un Punto Limpio para el almacenamiento selectivo y seguro de los materiales.
Del mismo modo, Baldocer ha implementado diversas medidas de protección acústica, atmosférica y de la flora y fauna del entorno de la fábrica.
Uno de los puntos fuertes de esta nueva inversión en sostenibilidad por parte de Baldocer es que se ha llevado a cabo teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas de la zona. Para ello, se ha realizado una previsión del rendimiento de los paneles a partir de los recursos solares del entorno, dando como resultado una producción energética óptima gracias a la enorme exposición a la luz solar a la que van a estar sometidos.
La sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente son dos pilares fundamentales de la filosofía de empresa de Baldocer, que con este ambicioso proyecto sigue sumando en la transición ecológica del tejido empresarial de Castellón, encabezado por una de las marcas referentes del sector cerámico.
www.baldocer.com
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