Si hay una ciudad mediterránea que ama lo bueno, con propuestas culturales de primer nivel y una gastronomía a prueba de los paladares más exigentes, esa es València. La suma de todo esto la ha convertido, en los últimos años, en la ciudad de moda, el gran destino que los viajeros de cualquier parte del mundo quieren conocer.
O quizá sea justamente esa suma lo que la lleva a ser muchas ciudades a la vez.
València es una ciudad fácil y accesible. Solo tendremos que aterrizar en su aeropuerto y subir al metro que conecta directamente con el centro para darnos cuenta. València es una ciudad llana, fácil de transitar, cuya planificación urbana es un referente en términos de movilidad y sostenibilidad. Con más de 160 kilómetros de carril bici, amplias zonas peatonales para disfrutar del centro con tranquilidad y libre de humos, y con una amplia y eficiente red de servicios de transporte público. Y si es fácil de pasear lo es también de conocer, muy agradable para viajar en familia o con amigos.
València es luz. Tiene la suerte de disfrutar del sol durante más de 300 días al año y de que sus inviernos sean suaves. Aunque esta amabilidad en las temperaturas es una constante que se extiende a cualquiera de las otras tres estaciones.