Según los datos extraídos del ‘Informe de Tendencias e Innovación de Medios de Pago’ del Payment Innovation Hub, el uso de efectivo ha perdido peso en la última década frente al crecimiento de los pagos digitales y el e-commerce. Tendencia que se ha acelerado de manera extraordinaria debido a la pandemia de la COVID-19.
La Low Touch Economy o economía de bajo contacto era ya una realidad: compra a distancia, pagos a través del teléfono móvil o incluso oferta de formación online. Antes se perseguía eliminar barreras físicas y facilitar la experiencia de los consumidores, actualmente, además, se busca minimizar al máximo el contacto para evitar contagios.
“Durante el confinamiento, pero ahora también en este paso a la ‘nueva normalidad’, se está experimentando un impulso adicional por todo lo que sea pago electrónico, pago digital, pago sin contacto. En este sentido, esta tecnología claramente es una ayuda para la situación que estamos viviendo de necesidad de disminuir el contacto, de evitar la manipulación de superficies comunes como puede ser un billete”. Silvana Churruca (CEO de Payment Innovation Hub).
Por su parte, Eduardo Pietro (Director General de Visa España), incide en la importancia de no centrarse únicamente en los usuarios y mirar al tejido industrial, a los pequeños comercios, para ofrecerles las herramientas para que puedan vender a través de un medio de pago electrónico.