Pero esa demanda social está próxima a cumplirse gracias a una iniciativa pionera de la estatal Radio Nacional de España (RNE), que ha lanzado una emisión en pruebas de los programas de R1 a través de los canales de TDT en abierto, con imagen de los estudios en directo y un sofisticado sistema de subtitulación que todavía se está entrenando.
“Para nosotros este piloto supone el milagro laico de que las personas sordas puedan oír”. Así de poético se muestra Ángel García Castillejo, director de Políticas Audiovisuales, Servicio Público e Internacional en Corporación Radio Televisión Española (CRTVE) cuando cuenta ilusionado el proyecto “RNE para todos” que está siendo objeto de atención por parte de otros grandes grupos en el mundo, ninguno de los cuales se ha embarcado aún en un proyecto de estas características.
Hasta hace 14 años, cuando se publicó la Ley General de Comunicación Audiovisual, no había establecido ningún tipo de obligación sobre cuestiones de accesibilidad a los medios, las prioridades eran otras. En los primeros años en los que se empezó a hablar de inversiones y adaptación, algunos consideraban estas cuestiones prácticamente anatema. Afortunadamente, explica Ángel, la legislación ha permitido normalizar al menos parcialmente el derecho universal a la comunicación audiovisual.
Aunque los medios han avanzado mucho en asuntos mandatorios -desde el subtitulado de podcast y de productos de cine y televisión al lenguaje de signos o las audiodescripciones-, la accesibilidad de la radio no está todavía específicamente mencionada en la legislación.