Esto significa que la empresa pública será la principal responsable del desplazamiento de todos los materiales necesarios para que La Vuelta tenga lugar.
Todo un desafío logístico que implica el transporte seguro y eficiente de más de 400 toneladas en vallas, señales, motorhomes, carteles, señales, la estructura de la sala de prensa, controles antidópings, etc., sin olvidar, por supuesto, el imprescindible pódium que elevará a los 3 mejores corredores de cada carrera.
“Se trata de todo un reto, ya que su principal complejidad es que es un evento itinerante, un gigante que se mueve por toda la geografía española y que es el resultado de muchos equipos de trabajo que van avanzando progresivamente durante todas las etapas.” explica Laura Cueto, Responsable de Comunicación de La Vuelta 20.