Montessori

¿Cómo se diseña una casa Montessori?

Un espacio Montessori fomenta la autonomía, la seguridad , la creatividad y la libertad del niño. Adaptar la casa a la filosofía Montessori requiere un pequeño esfuerzo, pero una gran recompensa

El nombre de María Montessori resuena con fuerza en escuelas y hogares. No es para menos: esta médica y educadora italiana creó un método educativo válido y vigente a día de hoy: muchas escuelas – públicas y privadas – continúan utilizando el método Montessori con muy buenos resultados. Sus enseñanzas estaban basadas en el aprendizaje en las aulas, pero sus directrices se pueden adaptar al diseño del hogar como espacio en el que el niño crece, aprende y se desarrolla.

Pero este método va mucho más allá de la escuela: son muchas las familias que se han sumado al proyecto en sus propios hogares. ¿Cómo convertir tu casa en un espacio Montessori? Desde el portal inmobiliario pisos.com nos facilitan algunos tips para conseguirlo.

Lo primero, su habitación

¿Cómo diseñar una habitación Montessori? Será su primer espacio propio, por lo que es especialmente importante prestar atención a los detalles. Debe ser un lugar seguro donde el niño o la niña puedan moverse con libertad y autonomía. No hace falta hacer una gran inversión: existen muebles y complementos muy económicos.

Lo primero en lo que nos tenemos que fijar es en la cama. Es uno de los elementos más importantes. Debe ser accesible para que el niño pueda acostarse por sí mismo sin peligros.

El resto de los muebles deben ser, ante todo, fáciles de usar. Al incluir soluciones de almacenaje a su alcance fomentamos la autonomía del niño, ya que será él quien decida qué juguete quiere coger y también dónde tiene que guardarlo al terminar. Además, podrá tener localizados sus objetos personales: pijama, calcetines, zapatillas.

Orden y organización para fomentar el desarrollo personal

En el método Montessori el orden y la organización son fundamentales como mecanismos de control de la inseguridad del niño. Según María Montessori, en esa edad temprana se es muy sensible al orden y al desorden, por lo que es fundamental mantener una organización en casa. Tanto el niño como sus padres tienen que conocer perfectamente dónde están los objetos que se usan o necesitan cada día. Por tanto, es preferible evitar estanterías abarrotadas o cestos donde se mezcle todo. Según la filosofía Montessori, las cosas deben estar clasificadas y siempre en el mismo lugar.

Disponer, tanto en su propia habitación como en el resto de la casa, de diferentes muebles de almacenaje ayuda a trabajar con el niño el sentido del orden, a promover su desarrollo y su capacidad para moverse y ubicarse.

Espacios a su medida

El aprendizaje del niño puede tener en cualquier lugar de la casa. Aunque su habitación es muy importante en su desarrollo, María Montessori señala que el resto de espacios también deben ser aptos para todos, con muebles accesibles que permitan que el niño los entienda como suyos también.

No es necesario cambiar toda la casa para que esté cien por cien adaptada al niños, pero sí se pueden incluir pequeños elementos como taburetes o torres de aprendizaje seguras para que el niño pueda participar en las tareas del hogar, como, por ejemplo, en la cocina. Sentirse partícipes de lo que sucede a su alrededor les ayuda a ser más autónomos también.

Tip: opta por mobiliario flexible que se pueda adaptar a las necesidades que vayan surgiendo. Lo importante es que la casa sea un espacio práctico, funcional y seguro.

Apuesta por los materiales naturales

Uno de los pilares principales de la filosofía Montessori es el contacto con la naturaleza. Al elegir materiales orgánicos y naturales podemos trasladar este principio también a nuestro hogar.

La madera es una de las mejores opciones y más fáciles de encontrar para incluir tanto en los espacios de juego como para los propios juguetes. Los materiales naturales permiten que el niño imagine mil mundos posibles. Junto al cariño y la atención, esa imaginación es fundamental para su desarrollo.

Siempre que sea posible, elige luz natural: los rayos del sol son muy beneficiosos para el buen desarrollo del niño.

Tiempo y espacio al aire libre

A raíz de la pandemia cada vez más gente quiere vivir fuera de las zonas urbanas y disponer de espacios al aire libre donde disfrutar de una mejor calidad de vida.

El juego al aire libre también es muy importante para los niños, ya que les proporciona alegría y bienestar. Cualquier espacio, por pequeño que sea, será bienvenido para que disfruten del juego mientras respiran aire puro. Una vez más, optar por elementos orgánicos y naturales es acertar, así como disponer de lugares donde almacenar, construir o celebrar como parte del juego o de la realidad.

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