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Dr. Miguel Angel Arrabal: “Cuando un hombre detecta problemas de erección, por leves que sean, debe consultar con un urólogo”

La disfunción eréctil es una enfermedad que preocupa a muchos hombres y que puede ser la antesala de problemas de salud más graves

Hoy hablamos con uno de los grandes especialistas sobre este tema en nuestro país. Se trata del Dr. Miguel Ángel Arrabal, Doctor Internacional en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada y especialista en Urología desde 2012. Es autor de más de 140 artículos publicados en revistas nacionales e internacionales y posee más de 25 premios de investigación. Es experto en cirugía mínimamente invasiva, litiasis y urología oncológica, y tiene amplia experiencia en andrología y en el tratamiento de enfermedades que afectan a la sexualidad del varón.

Medio en broma, medio en serio, los hombres siempre decimos que la disfunción eréctil es lo peor que nos puede pasar…

La disfunción eréctil es una enfermedad reconocida como tal por la Organización Mundial de la Salud, y aunque muchos hombres pueden no considerarla como tal, puede incluso ser un preludio de enfermedades cardiovasculares más graves que pueden acontecer en el futuro. Por tanto, la aparición de problemas de erección debe ser tenida muy en cuenta por el paciente y por su médico de atención primaria, ya que podría ser una manifestación inicial de problemas arteriales importantes que podrían suponer un riesgo para el paciente. Hasta hace pocos años era un tema tabú, pero en la actualidad son cada vez más los hombres que consultan por este problema.

¿Debemos diferenciar también entre problemas ocasionales y los problemas médicos reales?

La disfunción eréctil es una patología que puede presentarse de forma continua o intermitente, de manera brusca o gradual y que puede tener diferente intensidad, desde casos leves a casos graves. Por eso, es muy importante tener en cuenta diferentes factores en la evaluación del paciente, como la edad, la existencia de factores de riesgo cardiovasculares (tabaquismo, diabetes, hipertensión arterial, dislipemia, obesidad…), la presencia de situaciones de estrés, cirugías previas y la ingesta de determinados fármacos, entre otros. Estos factores nos pueden ayudar a saber si el paciente presenta un problema médico importante, y que esa disfunción eréctil puede ser debida a una patología orgánica o bien a un problema transitorio que no vaya a afectar a su salud.

¿Cuáles son las causas que pueden llevar a la disfunción eréctil?

Las causas que pueden provocar disfunción eréctil son diversas, pero básicamente se clasifican en 4 grupos: causa psicológica, causa vascular, causa hormonal y causa neurológica. En determinados casos pueden coexistir varias causas y el tratamiento será lógicamente más complejo. Las causas psicológicas suelen afectar a hombres más jóvenes que como consecuencia de algún factor estresante o traumático presentan problemas de erección, habitualmente transitorios, de intensidad leve-moderada y que suelen resolverse una vez analizada la causa que la produce, con psicoterapia y apoyo farmacológico. La causa vascular es la más habitual en el varón de mediana edad (a partir de los 45-50 años) y generalmente se debe a arterioesclerosis. La causa hormonal es poco frecuente y se debe a un déficit en la producción de testosterona, pudiendo suceder en el varón adulto, manifestándose como un hipogonadismo de inicio tardío y habitualmente presenta otros síntomas acompañantes como disminución del apetito sexual, astenia, tendencia a la obesidad, apatía, disminución del vello corporal… La causa neurológica suele asociarse a la existencia de cirugías previas que lesionan estructuras nerviosas responsables de la erección o por enfermedades neurológicas degenerativas.

¿Qué es lo primero que debemos hacer si creemos que tenemos un problema?

Cuando un hombre detecta problemas de erección, por leves que sean, debe consultar con un urólogo. En la consulta se analizan los factores de riesgo que presenta el paciente, se dan hábitos de vida saludables y se realiza un seguimiento de esta enfermedad para el control de la misma y de su evolución, tratando de aportar soluciones al paciente.

¿Qué soluciones hay?

La disfunción eréctil tiene tratamiento y habitualmente es efectivo. Es importante modificar los hábitos de vida, abandonar el tabaquismo, realizar una dieta equilibrada, perder peso y realizar ejercicio físico, entre otras medidas. Con respecto al tratamiento farmacológico, se recomienda como primer escalón terapéutico el uso de fármacos por vía oral que inhiben la enzima fosfodiesterasa 5 y aumentan la cantidad de sangre que llega a los cuerpos cavernosos del pene. El tratamiento puede prescribirse a diario o bien a demanda. Conjuntamente con el tratamiento por vía oral, pueden usarse dispositivos de vacío. Además, en algunos pacientes puede ser útil asociar de forma tópica, mediante geles intrauretrales, prostaglandina, que aumenta la vasodilatación local y mejora la potencia de la erección. No obstante, este primer escalón terapéutico está basado fundamentalmente en los fármacos orales (sildenafilo, tadalafilo, vardenafilo, avanafilo). 

Otro tratamiento que complementa a la terapia oral es el uso de las ondas de choque en pacientes con disfunción eréctil de causa vascular, ya que favorece la neovascularización y puede mejorar la calidad de la erección. 

Como segundo escalón terapéutico, en pacientes que no responden a las medidas anteriores, puede usarse la prostaglandina sola o en combinación con otros fármacos vasodilatadores inyectados directamente en los cuerpos cavernosos a demanda, unos minutos antes de la relación sexual. Lógicamente, el uso de terapia intracavernosa puede estar asociada a un mayor riesgo de priapismo. Si el primer y segundo escalón terapéutico no son eficaces, la solución definitiva es la colocación de una prótesis de pene, siendo la de tres componentes hidráulica la más fisiológica, aunque existen otras de dos componentes y maleables, que pueden ser útiles en determinados perfiles de pacientes.

 

www.urologia-arrabal-gutierrez.com

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