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Y en este inicio de año encubierto, nunca faltan los propósitos, como apuntarse al gimnasio, terminar la colección de minerales que anuncian en la tele desde que éramos adolescentes o, propósitos más importantes, como tener un hijo.
Y es que en setiembre estamos más relajados después de unos días sin estrés; de estar tumbados absorbiendo las vitaminas que el astro rey nos aporta; de pasar horas de calidad con nuestra pareja. Todo ello afecta positivamente a la fertilidad y es un buen momento para ampliar la familia.
Pero también ha sido una época de excesos. De comidas fuera de casa, de pasarnos con las copas, de trasnochar, de cambiar hábitos… Por ello, antes de lanzarnos a buscar un embarazo, debemos recobrar las rutinas saludables para mantener una buena salud.
Muchas veces, nuestro cuerpo es más inteligente que nuestra mente. Por ello, estar sanos ayuda a mejorar nuestra fertilidad y, por tanto, nuestras posibilidades de embarazo. Aquí van algunos consejos que, no por típicos, son menos efectivos:
Pero, en ocasiones, el embarazo tan esperado se demora, los meses pasan y los test siempre dan negativo. ¿Qué podemos hacer? Es el momento de acudir a una clínica de fertilidad.
Cuando tenemos algún problema de salud acudimos al médico, y no nos da vergüenza admitirlo. Esto pasa en la mayoría de los casos, pero todavía existe un cierto tabú en decir que vamos al psicólogo o psiquiatra o a una clínica de fertilidad. ¿Por qué? El caso es que se estima que, en España, más de 800.000 parejas padecen infertilidad y crece a un ritmo de 16.000 casos por año.
Lo primero que debemos tener claro es que no estamos solos, que es algo que afecta a muchas parejas. Lo segundo es que la ciencia ha avanzado para poner soluciones a nuestros problemas. Y a tercera es que las clínicas de fertilidad están para ayudarnos y para acompañarnos en un proceso que será nuevo para nosotros, que en ocasiones será duro, pero que la recompensa será inmensa.
Tengamos en cuenta que la primera visita a una clínica de fertilidad es totalmente informativa y nos servirá para conocer mucho mejor nuestro cuerpo, nuestro estado de salud y nuestra fertilidad. De modo que “no debemos tener miedo ni juzgarnos a nosotras mismas por tener que acudir a una clínica de fertilidad, porque vamos a encontrarnos con un equipo de profesionales que nos ayudarán en todo momento para luchar por nuestro sueño de ser mamás”, explica la Dra. Enriqueta Garijo, ginecóloga y directora médica de las clínicas de fertilidad EasyFIV.
Eso sí, antes de lanzarnos a la aventura, debemos elegir bien la clínica de fertilidad en la que vamos a depositar nuestra confianza. Algunas de las características que debemos tener presentes son:
Y, por último, pero no menos importante ya que es una de las principales preocupaciones de los futuros padres/madres, es tener claros los precios de los tratamientos. Y es que además de los precios de los tratamientos, hay que sumar también otros gastos necesarios, como los estudios previos antes de empezar un tratamiento de fertilidad y la medicación hormonal, los cuales nunca se incluyen en los precios de los tratamientos de fertilidad. “En EasyFIV damos una información clara, transparente y detallada, tanto del proceso que seguiremos como de los precios de cada una de las etapas”, comenta Garijo.
Si empezábamos el artículo diciendo que después de las vacaciones muchas parejas se lanzan a buscar su sueño, también es cierto que puede ser complicado compaginar el tratamiento de fertilidad con la vida laboral debido a las múltiples visitas a la clínica que se deberán hacer y que, posiblemente, comportarán ausencias en el puesto de trabajo. Por ello, también es importante, a la hora de escoger una clínica, que esta de un paso hacia delante y nos ayude a poder conciliar nuestra vida. “Desde EasyFIV no podemos mediar con las empresas, pero lo que sí que podemos y hacemos es adaptar nuestros horarios, en la medida de lo posible, a las necesidades de la paciente”, explica la Dra. Enriqueta Garijo, ginecóloga y directora médica de las clínicas de fertilidad EasyFIV, y añade que “sabemos que la preocupación por el trabajo supone un estrés añadido a lo que ya conllevan de por sí los tratamientos de fertilidad, y nosotros estamos para ayudar”.
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