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El Niño Costero
En 2017, El Niño Costero volvió a arrasar Perú. Este fenómeno, que se produce cuando las aguas marinas sobrepasan los 25°C durante periodos largos que del verano austral, no azotaba el país desde 1925 pero, casi un siglo después, volvió con consecuencias devastadoras para la población. En 2017, se llevó la vida de 162 personas, afectó a 1,4 millones de personas y hubo más de 280 mil damnificados. Las intensas lluvias provocaron inundaciones, deslizamientos y desbordes que afectaron a las principales infraestructuras y vías de comunicación.
En esta gran catástrofe medioambiental, el río Piura, en Cura Mori, se desbordó provocando la inundación de las comunidades Chato Chico y Chato Grande, pertenecientes al distrito de Cura Mori y concretamente a la ciudad de Piura. Estas dos comunidades se inundaron, viendo limitado su acceso a los servicios públicos y destruyendo los sistemas de abastecimiento de agua, así como viviendas o parcelas destinadas al cultivo. Debido a esto, la mayor parte de los habitantes de estas comunidades se desplazaron durante meses a distintos albergues cercanos a la carretera panamericana. A día de hoy son muchas las personas que continúan en estos campos sin poder volver a sus hogares esperando por esperando la regularización del terreno y la dotación de servicios básicos, y las más de 1.000 personas que viven en estas dos comunidades sufren todavía hoy los efectos del desastre.
Esta región de Perú se ha convertido en una de las zonas con índice de pobreza más elevado del país, y ha sido una de las más afectadas por El Niño Costero. Por ejemplo, muchos hogares no tienen acceso directo a agua potable, reciben agua una hora cada dos días y no tienen baños o zonas de saneamiento.
Con estas condiciones, Ferrovial y la ONG Ayuda en Acción, han puesto en marcha un proyecto de desarrollo de sistemas de infraestructuras en Perú. Esta iniciativa, que se desarrolla bajo el programa ‘Infraestructuras Sociales’, contribuirá a la mejora del acceso al agua potable y saneamiento de las comunidades.
El proyecto estará en funcionamiento a partir de principios de 2020. Algunas de las iniciativas que incluye son: la mejora de las infraestructuras de agua de las dos comunidades como son la demolición y construcción de un nuevo tanque de 25 metros de altura y más de 80 metros cúbicos; una nueva red de conexiones domiciliarias; el mantenimiento de los sistemas de bombeo; o la instalación de 168 medidores y 80 letrinas ecológicas. Además, el programa llevará a cabo el fortalecimiento de las capacidades de las organizaciones locales para promover el uso eficiente de la gestión del agua; y la sensibilización de la población en hábitos saludables de higiene.
El proyecto ya ha arrancado y cinco voluntarios de Ferrovial, especialistas en diferentes ámbitos (ingeniería civil, hidráulica, topografía, seguridad y comunicación), han trabajando durante 15 días, realizando las primeras mediciones, análisis, diseños, etc… Este programa de voluntariado permite que empleados de la compañía apoyen el proyecto por su propia voluntad a través de visitas a terreno y telemáticas.
El compromiso de Ferrovial
Esta es una de las próximas grandes iniciativas de Ferrovial, que en el año 2019 destinará un total de 550.000 euros a sus programas de inversión en la comunidad “Infraestructuras Sociales” y “Acción Social en España”. Estos programas se encuentran dentro del “Plan 2019”, que recoge la estrategia de responsabilidad social corporativa de la compañía. En este año natural, Ferrovial participa en tres proyectos de Infraestructuras Sociales: Colombia, Perú y Zimbabue.
El proyecto de Perú será el mencionado anteriormente: la mejora de las infraestructuras: tanques de agua, conexiones y letrinas; como el fortalecimiento de las capacidades de las organizaciones locales para promover el uso eficiente y la sostenibilidad de la gestión del agua, en las comunidades de Chato Chico y Chato Grande, ambas destrozadas por El Niño Costero. En Colombia, se ejecutará un proyecto en la comunidad de Portugal en el municipio de Lebrija, departamento de Santander en el que la colaboración con Acción contra el Hambre permitirá a más de 1.200 personas disponer de agua potable de forma continuada. Por último, en Zimbabue, en colaboración con World Vision, se facilitará el acceso a agua y saneamiento a 5 centros de salud y 2 escuelas en el Programa de Área de Mabhikwa, en el distrito de Lupane, provincia de Matabeleland Norte.
Ferrovial ha destinado, desde el inicio de este programa en 2008, más de 5,5 millones de euros a garantizar el acceso a agua potable de 225.000 personas. Número que, si todo va como se espera, seguirán creciendo de forma continuada en un futuro próximo.
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