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En los últimos meses una de nuestras grandes preocupaciones ha sido la subida del precio de la luz y entender cómo funciona el mercado energético en nuestro país, dos elementos que tienen una repercusión directa en nuestra factura.
Así es nuestra factura de la luz de cerca.
Actualmente en España existen dos tipos de mercados para la electricidad: el mercado libre y el mercado regulado. Aproximadamente la mitad de los hogares españoles pertenece a un tipo y la otra mitad al otro, pero, ¿realmente son conscientes de a cuál están acogidos? Según datos del Panel de Hogares de la Comisión de los Mercados y la Competencia, el 60% de los consumidores no sabe si su suministro eléctrico pertenece al mercado regulado o al mercado libre. Es normal: hasta hace relativamente poco tiempo había un único mercado, pero, a partir de 2009, se aprobó la liberalización de las compañías comercializadoras de energía y nació, así, el mercado libre.
Durante el último año, motivado por los cambios en la facturación y por la subida generalizada de los precios, ha habido un aumento del interés por conocer mejor cómo funciona el mercado de la energía, qué conceptos aparecen en la factura, qué impuestos se pagan, etc. Sin embargo, mucha gente aún no tiene claro si su contrato se rige por el mercado libre o por el mercado regulado y qué diferencia hay entre uno y otro. Conocer este dato resulta determinante para entender cuál es el precio final de la energía que pagamos y, también, cómo podemos ahorrar en cada caso.
Las siglas corresponden a Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor y nos dan la primera clave. Las tarifas de este mercado se pueden contratar a través de una comercializadora de referencia y quien fija el precio de la luz es el Gobierno, como era para todos antes de la liberalización de 2009.
Este precio varía a lo largo del día en función de los picos de demanda. Pueden adherirse a este mercado aquellos hogares con una potencia contratada inferior a 10 kW.
Desde el 1 de junio de 2021 se aplica una nueva estructura de peajes y términos de energía y potencia en todas las facturas de electricidad que afecta directamente a este mercado. De ahora en adelante, los clientes acogidos al mercado regulado tendrán también 3 periodos distintos de facturación: punta, llano y valle. El término potencia seguirá siendo fijo, pero el término energía variará en cada periodo, de acuerdo con los cambios que sufren los peajes y cargos en momentos de mayor y menor saturación de la red.
El mercado libre surgido a partir de la reforma de 2009 se rige por el mismo sistema que cualquier otro producto de consumo: son las propias compañías comercializadoras las que fijan los precios para el consumidor final.
Este precio es variable y fluctúa en función de la oferta y la demanda. En invierno, por ejemplo, la demanda es mayor por el uso de la calefacción y, como la energía es limitada, el precio, sube.
La diferencia con el mercado libre es que las compañías ponen a disposición de los usuarios diferentes tarifas para que cada uno elija en función de sus hábitos de consumo.
Llevamos todo el año escuchando que el precio de la luz está subiendo hasta alcanzar máximos históricos. El coste de la energía tiene que ver con el precio que alcanza en la subasta que organiza el Operador del Mercado Ibérico de Energía en la que participan todas las compañías y tecnologías. Como en cualquier subasta, el precio va aumentando en función de la demanda, lo que explica, por ejemplo, por qué en las olas de calor y de frío pagamos más por la energía.
Al funcionamiento habitual de fijar estos precios, durante el segundo semestre de 2021 se sumaron dos factores que el Banco de España señala como el origen del 70% de esta subida. Por un lado, el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 fijados por la Unión Europea como parte de su compromiso para reducir lo máximo posible el uso de combustibles fósiles y, por otro, el encarecimiento del precio del gas en los mercados internacionales.
El pasado 1 de junio entró en vigor la nueva factura de la luz con distintos precios para tres periodos horarios: valle, llano y punta, de más barato a más caro. Cada uno de estos tramos tiene sus propios peajes y cargos.
Esta modificación, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), tiene como objetivo incentivar el uso de las redes en aquellos momentos en los que la saturación es menor. Es decir, evitar acumular el consumo en las horas con mayor demanda. Así, mientras que existen conceptos fijos al mes en la factura, como la potencia, la energía consumida será variable: a mayor consumo, mayor gasto.
¿Es posible, en este escenario, tener una tarifa con la que ahorrar y despreocuparse de los tramos horarios?
La respuesta es sí, eligiendo el tipo de tarifa que más se adapte a nuestro consumo. Como ya hemos visto, en el mercado libre es posible elegir un plan de luz que nos permita mantener nuestros hábitos, sin pagar de más en la factura.
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