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Tomar decisiones es una acción de lo más común en nuestra vida cotidiana. Contar con argumentos sólidos es la mejor manera de afrontarlas.
Mateo es el profesor que tuve en mi primer curso que hice sobre inversión. Me recordó mucho a cuando empecé a tocar la guitarra; no sabía leer un pentagrama, apenas entendía los entresijos de la armonía, el compás, el ritmo o los acordes. Todo era un mundo nuevo, pero creo que la clave fue mi pasión por la música, mi propio afán de superación hizo el resto
José Luis lleva alrededor de 20 años trabajando sin descanso. En todo este tiempo, podríamos decir que ha sido “una hormiguita”, ha vivido holgadamente sin que le faltara absolutamente nada de lo que necesitaba. Ha viajado al extranjero cada verano, ha podido comprar un coche de gama media-alta y vive con su familia en un adosado en la periferia de Bilbao, su ciudad natal y por la que siente verdadera devoción.
Una situación que no le ha impedido alcanzar unos ahorros más que razonables, quizás provocado por esa mentalidad que dista mucho del derroche, ni tampoco nunca necesitó grandes lujos. Ser cauteloso y previsor con respecto a sus ingresos era parte de su personalidad financiera, sobre todo cuando se refería del futuro.
Una lluviosa tarde de domingo entre pintxos y riojas con sus amigos fue cuando decidió, por primera vez, hacer sus primeros pinitos con las criptomonedas, aunque, dicho sea de paso, lo hizo con mucho escepticismo. A sus 39 años creía haberlo visto todo o, mejor dicho, creía que no había más fórmulas para sacar el máximo partido a su dinero más allá de un plan de ahorros mensual; un porcentaje de la nómina a la cuenta de ahorro y poco más.
Sembraron unos pocos miles de euros y los resultados fueron mejores de lo que había previsto. Sin duda, este momento marcó un antes y un después en la forma que José Luis tenía de concebir la gestión de su dinero. Casi sin quererlo, se había introducido de lleno en el mundo de la inversión y el trading, todo gracias a la conversación surgida en aquella tarde de domingo.
Empecé a intuir cuáles podrían ser las consecuencias, positivas o negativas, de cualquier decisión tomada. No sabéis lo importante que es la psicología cuando se realizan operaciones de trading
Un par de años más tarde, la situación había dado un giro de 180 grados. “Mateo es el profesor que tuve en mi primer curso que hice sobre inversión. Me recordó mucho a cuando empecé a tocar la guitarra; no sabía leer un pentagrama, apenas entendía los entresijos de la armonía, el compás, el ritmo o los acordes. Todo era un mundo nuevo, pero creo que la clave fue mi pasión por la música, mi propio afán de superación hizo el resto”.
Así fue como José Luis empezó a desgranar cada uno de los pasos que fue dando después de haber ganado casi 5.000 euros con su inversión en bitcoins. Había vuelto al mismo bar de aquella vez con sus amigos y, aunque no era un trader, había adquirido amplios conocimientos sobre el funcionamiento de los mercados financieros. El planteamiento que se hacían sus amigos era el evidente: querían saber cuál había sido el secreto. Aunque su amigo les había hablado de Mateo y sus cursos de inversión financiera, querían ahondar en el asunto.
“Esto es como el colegio; primero tienes que aprender a leer y a escribir para poder estudiar, es un aprendizaje progresivo. A medida que vas avanzando vas adquiriendo conocimientos más complejos hasta que alcanzas a tener una visión global de todo el proceso y sus cuestiones más estratégicas”. Parecía una reflexión obvia, pero no lo era en absoluto. “Para aterrizar en el mundo del trading, fue necesario hacer una primera barrida del funcionamiento de los mercados y poder entender algunos conceptos clave: acciones, índices, forex o materias primas, entre otros”.
Después de una primera inmersión, José Luis ya estaba preparado para discernir entre los factores principales que influyen en las operaciones financieras, qué eran las órdenes, la ejecución o el apalancamiento, lo que le dio la capacidad suficiente para desarrollar y llevar a cabo una planificación rentable y una gestión del riesgo eficiente. “Empecé a intuir cuáles podrían ser las consecuencias, positivas o negativas, de cualquier decisión tomada”.
Con cara de póker, los amigos estaban atónitos escuchándolo. “No sabéis lo importante que es la psicología cuando se realizan operaciones de trading” espetó José Luis, conocedor de que, en cierta medida, sus amigos estaban empezando a convertir la curiosidad en interés por los mercados. Sus caras lo decían todo.
“Si respondemos a una operación desde las emociones podríamos tirar por la borda un intenso trabajo de estudio y análisis de los mercados. Por eso, Mateo siempre me dice que para ser un buen inversor es vital saber gestionar nuestros pensamientos, nuestras emociones y los sentimientos que se despiertan en nosotros después de una operación. No se contemplan ni la euforia ni la depresión”. De esta manera, José Luis había expuesto a sus amigos cada una de las áreas específicas de la inversión para tener una visión global de la mayoría de variables a tener en cuenta antes de iniciarse en el mundo de la inversión.
Si bien es un tema complejo por su propia naturaleza, la cercanía de las palabras de un amigo había disipado gran parte de la desconfianza. Al fin y al cabo, él estaba contando cómo es el proceso de aprendizaje que hay detrás de esas operaciones financieras desde su experiencia.
Antes de pagar, se atrevió a lanzar una pregunta que escondía provocar la acción en todos ellos: “si yo he podido llegar hasta aquí, lo puede hacer cualquiera de vosotros. ¿Quién se anima?”
Los CFD son instrumentos complejos y están asociados a un riesgo elevado de perder dinero rápidamente debido al apalancamiento. El 76% de las cuentas de inversores minoristas pierden dinero en la comercialización con CFD con este proveedor. Debe considerar si comprende el funcionamiento de los CFD y si puede permitirse asumir un riesgo elevado de perder su dinero. Las opciones son instrumentos financieros complejos y su capital está en riesgo. Puede sufrir pérdidas rápidamente.
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