Tener una sonrisa bonita no solo es una cuestión estética: es, además, bueno para nuestra salud, tanto bucodental como psicológica
El rostro es nuestra carta de presentación y el responsable de la primera imagen que forjamos en el resto. Por ello, suele decirse que tener una expresión armoniosa y agradable suele crear unas buenas sensaciones a la hora de hablar y relacionarnos con otras personas.
Uno de los elementos más importantes de esa armonía es, precisamente, la sonrisa. Tener una boca bonita no es solo una cuestión de belleza, sino que suele asociarse con valores que van mucho más allá. La sonrisa crea cercanía y establece vínculos: tanto si es al dar los buenos días a nuestra pareja como al dar la mano a la persona que nos entrevista para un trabajo, sonreír nos hace más humanos.