¿Sabías que las personas que superan la COVID-19 pueden tener un mayor riesgo de padecer secuelas o desarrollar algún trastorno en salud mental? Según la Confederación Mundial de Salud Mental, 1 de cada 5 personas que han superado el virus se ha enfrentado por primera vez a un diagnóstico de ansiedad, depresión o insomnio y, además, estas personas tienen el doble de probabilidades de desarrollar uno de estos trastornos que las personas que no han contraído el virus.

La situación de pandemia ha afectado a muchos sectores, uno de ellos, el de la sanidad, que se ha visto paralizada o afectada en cuanto a sus servicios en el 93% de los países. Según el centro de investigaciones sociológicas (CIS), el 46% de la población española manifestó un aumento del malestar psicológico durante el confinamiento. Desde que inició la pandemia hasta la ahora, el 6,4% de la población ha acudido a un profesional de la salud mental por algún síntoma, siendo el 43,7% por ansiedad y un 35,5% por depresión.

“En nuestro caso, hemos visto un notable aumento de las consultas y primeras visitas en trastornos alimentarios en nuestros centros, sobre todo en casos de jóvenes. Se estima que los TCA han aumentado entorno al 30%”, afirma Cecilia Martínez, directora de comunicación del grupo ITA.

“La situación de incertidumbre, tristeza o ansiedad, sumada a la falta de herramientas para hacer frente a un duelo o a la situación de frustración por estar encerrados, han sido algunas de las causas que han propiciado que pacientes que ya tenían una patología previa se les haya descompensado o que haya detonado en algunos casos”, asegura Rita Antón, psicóloga y terapeuta de la unidad de Trastornos de Conducta del grupo ITA.