Jean François Honoré, Director general de De Heus Nutrición Animal Iberia

Cada vez nos preocupa más lo que comemos. ¿Ocurre lo mismo con la alimentación que se proporciona a los animales?

Sí. Efectivamente existe un interés creciente por todo lo relacionado con la nutrición animal. Los ganaderos son conscientes de que la forma en que alimentan al ganado está muy relacionada con el desarrollo de ciertas enfermedades, con la esperanza de vida, con la tasa de mortalidad de las crías o con la productividad de las propias granjas, y por ello le prestan cada vez mayor atención.

En cuanto a nuestro papel como proveedores de alimentos para animales, puedo decir que la investigación y la experiencia sobre el terreno que hemos adquirido en estos años nos permiten ofrecer a los ganaderos soluciones nutricionales personalizadas, adaptadas a las necesidades y características de cada explotación y, sobre todo, más respetuosas con el medioambiente.

¿Ha sido complicado integrar la innovación tecnológica en un sector aparentemente tan ‘analógico’ como el ganadero?

La transformación digital, que a menudo se asocia a los proyectos empresariales urbanos, también se ha producido en el campo, y el sector ha ido incorporando poco a poco la tecnología como una herramienta indispensable para obtener mejores resultados productivos. Por poner un ejemplo, la instalación de sistemas de ordeño automatizados en una explotación lechera permite incrementar exponencialmente los litros de leche obtenidos al cabo del año. 

La sostenibilidad ha ganado peso en el mundo corporativo. ¿Cómo entienden este concepto en De Heus?

Como compañía de origen familiar, la sostenibilidad para nosotros tiene mucho que ver con apostar por un modelo de negocio que pueda legarse a las generaciones futuras. Implica desarrollar un conjunto de prácticas a través de las cuales añadir valor económico, social y ambiental a nuestro entorno. 

Fruto de este compromiso nació Nutrición Responsable, un programa que pretende guiar todas las acciones de la compañía hacia la sostenibilidad y abordar los principales desafíos del sector. 

¿Podría explicarnos brevemente en qué áreas de trabajo se están enfocando principalmente?

En primer lugar, promovemos una nutrición animal segura y saludable mediante programas de reducción de uso de antibióticos, aprovechamiento de flujos residuales, protocolos de seguridad alimentaria y otras iniciativas que persiguen el bienestar y la salud de los animales.

En segundo lugar, impulsamos una cadena de suministro sostenible, con plantas de producción cada vez más eficientes que optimizan el uso de energía y limitan la emisión de gases de efecto invernadero. Buscamos, además, gestionar de la mejor forma posible los recursos asociados a nuestras producciones. Por esta razón, más del 80% de las materias primas que utilizamos para elaborar nuestros piensos, como cebada, trigo y aceite de girasol, son producidas localmente.

Este punto es clave si tenemos en cuenta que los pronósticos más conservadores apuntan a que la población mundial rondará los 9.800 millones en las próximas décadas, pero los recursos naturales de los que dispondremos serán los mismos, o quizás menos. Garantizar a esta población en aumento el acceso a alimentos seguros, saludables y asequibles es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos.

En tercer lugar, trabajamos activamente para desarrollar las economías locales y el sector agropecuario allí donde operamos. Finalmente, nuestra estrategia concede un papel esencial al cuidado y satisfacción de nuestros propios empleados, sin los cuales nada de lo que hacemos sería posible.

¿Cuáles son los objetivos de De Heus para avanzar hacia una producción ganadera más sostenible y qué plazos se han marcado?

Actualmente estamos concentrando nuestros esfuerzos a nivel global en cuatro objetivos prioritarios: la apuesta por una mayor sostenibilidad en la producción de soja, una materia prima muy utilizada en los piensos compuestos; la reducción de la huella de CO2 de la industria ganadera; la eliminación del uso de antibióticos; y la formación de los ganaderos locales para que a su vez contribuyan pilotando explotaciones ganaderas más eficientes y sostenibles.

Los dos primeros tendrán un cumplimiento a corto plazo (2022-23) y para alcanzar los dos últimos nos hemos marcado como horizonte el año 2030, coincidiendo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU. Definir claramente las metas que queremos conseguir nos ayuda a integrar la sostenibilidad en nuestra estrategia a largo plazo.

Recientemente se ha generado una polémica en torno a las declaraciones de un dirigente político acerca del consumo de carne. ¿Qué opina al respecto?

El cambio climático es un problema grave que nos preocupa a todos y minimizar el impacto que las explotaciones, especialmente de rumiantes, tienen en el medioambiente ocupa un lugar destacado en nuestros compromisos y ocupaciones a corto y largo plazo. 

Considero que es positivo y necesario que la sociedad se marque objetivos ambiciosos para avanzar. Nuestros representantes políticos están en su derecho de verbalizar estas aspiraciones, pero deben hacerlo con rigor, avalados por la evidencia científica y eligiendo los momentos para hacerlo. En España, el sector pecuario es un puntal de la economía, con una extensa cabaña que vertebra social y económicamente grandes áreas del país, que ha sufrido mucho durante la pandemia y la consecuente crisis económica. Creo que es el momento de apoyar a nuestros ganaderos, sin que esto implique renunciar al necesario proceso de transformación que redefina los procesos productivos del sector, de forma que sean cada vez más eficientes y respetuosos con el entorno.

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