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Bajo los firmes criterios de honestidad, transparencia, eficacia y buen hacer, la Clínica de Cirugía Plástica Martín del Yerro se ha consolidado como una de las grandes de España y de Europa. Un equipo con amplia experiencia que utiliza su conocimiento para lograr la excelencia tanto en el trabajo como en el resultado. En breve iniciarán su expansión con una nueva clínica en Madrid, pero no será la última ni se centrarán solo en España. Hoy conversamos con el Dr. José Luís Martín del Yerro (M.Y.) y con el Dr. Emilio Moreno (E.M.).
¿La cirugía plástica está a medio camino entre la medicina y el arte?
M.Y.- En primer lugar somos médicos y científicos, y esto es lo que prima en nuestra actividad. Pero sí que es verdad que hay un cierto grado de subjetividad y de reconocer lo estético para entender y plasmar los deseos de los pacientes. Si esto se puede considerar un arte, pues sí.
E.M- Yo lo equipararía más con los arquitectos que con los pintores. Detrás hay mucha ciencia y mucho análisis para conseguir la repetitividad de los resultados. Por más que tengas ojo por la armonía y la estética, necesitas saber qué puedes y qué no puedes hacer con los materiales de los que dispones, en nuestro caso, el cuerpo humano. Además, debemos tener siempre presente que no hablamos de un peinado para una boda, que es efímero, estamos hablando de cambios duraderos. Creo que una correcta combinación entre ciencia y arte es la acertada.
¿Qué servicios ofrecéis?
E.M.- El hecho de ser un equipo de 9 cirujanos, más el resto de especialistas que nos acompañan desde enfermeras hasta fisioterapeutas o anestesistas, es lo que nos diferencia del resto y también lo que nos permite tener un abanico de servicios mucho más amplio. Pero no solo es que podamos ofertar más servicios, sino que los conocimientos de unos engrandecen a los otros y mejoran nuestro servicio al paciente. El cuerpo doctrinal de la cirugía plástica es muy amplio, y ser un equipo con tanta calidad nos permite formarnos en diferentes áreas, estar atentos a los últimos avances tecnológicos y compartirlo con los demás.
M.Y.- Pero más allá de la cantidad de servicios, es la calidad que percibe cada uno de nuestros pacientes. Ofrecemos un servicio profesional y totalmente individualizado después de estudiar su caso. Y no solo eso, sino que el trato es honesto y transparente; el paciente tiene una persona de contacto con quién poder comunicarse a cualquier hora, porque el paciente debe estar y sentirse cuidado y atendido siempre.
¿Cómo abordáis los casos que os llegan?
E.M.- Con honestidad médica. Le preguntamos al paciente por qué quiere operarse, cuál es su problema y qué quiere. Una vez lo sabemos, valoramos si podemos alcanzar sus expectativas para mejorar su calidad de vida, porque no olvidemos que somos médicos y mejorar la vida de las personas es nuestro objetivo.
M.Y.- Se dice que la fama se obtiene por los pacientes que operas; pero el prestigio por los que no operas. Nosotros hemos dicho que no a muchos pacientes porque no creímos que pudiéramos alcanzar sus expectativas o solucionar sus problemas. Cada paciente es único, y lo tratamos como tal. Ajustando e individualizando su caso desde que entra por la puerta de nuestra clínica. No somos una cadena de producción.
E.M.- Cada viernes tenemos una reunión con todo el equipo, que suele durar unas 3 horas. En ella, hablamos de todos los pacientes que operamos la semana siguiente. Esto nos ayuda en dos sentidos: el primero, que entre todos somos capaces de dar un mejor servicio y de ver detalles que uno solo no vería; el segundo, una escuela de formación continua. Operamos una media de 42 pacientes a la semana, pacientes que revisamos uno a uno en la sesión de los viernes.
Veo que el equipo es muy importante…
M.Y.- Lo es todo. Tener un buen equipo es costoso tanto en tiempo como en formación, pero lo más difícil es mantenerlo unido. Nosotros hemos conseguido una familia de la que cada uno de sus integrantes se siente orgulloso de formar parte de él. La suma de todos multiplica nuestro buen hacer y hará que lo que estamos llevando a cabo perdure más que cada uno de nosotros mismos.
Creo que otro detalle que os diferencia del resto es vuestro método científico Quick Recovery Procedure. ¿Qué nos podéis contar de él?
E.M.- Podríamos decir que es el resumen de todo nuestro know-how aplicado a todo el proceso de una operación, desde que es atendido por primera vez, el estudio del caso, la cirugía, la recuperación… Todo dirigido a conseguir el máximo beneficio para el paciente y el mínimo trauma
M.Y.- Te pondré un ejemplo: con la anestesia, muchas personas vomitan, pero hay maneras para que esto no ocurra, estudiando qué tipo de anestesia convienen a cada paciente, cantidades, etc. Pues esto mismo lo extrapolamos a cada uno de los pasos que seguimos en todo el proceso. Tenemos el equipo y la experiencia, la estupidez sería no aprender de ello. Quedarnos con lo que funciona y descartar lo que no. Hemos publicado el método de Quick Recovery Procedure y lo hemos expuesto en muchos congresos, pero nosotros tenemos la ventaja de la innovación continua: mientras otros están en la versión 1, nosotros ya vamos por la 3.2.
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