La tecnología ha cambiado la manera en la que entendemos la vida y ahora está presente en absolutamente todos los espacios de nuestro día a día, sustituyendo, incluso, acciones que ya apenas recordamos de forma analógica. Este es el caso del ocio de niños y adolescentes, que cada vez más tiempo dedican delante de la pantalla ante nuestra preocupación, pero… ¿está justificada esta intranquilidad?