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En los últimos años, la movilidad electrificada ha emergido como una fuerza disruptiva que está transformando radicalmente la industria del transporte. Esta revolución se ha impulsado principalmente por la creciente conciencia ambiental y la búsqueda de soluciones sostenibles para abordar los desafíos del cambio climático. Uno de los aspectos clave de esta evolución es la fabricación de neumáticos, un componente esencial de cualquier vehículo. En este contexto, Michelin se ha destacado como un líder en la adopción de prácticas sostenibles y ecológicas en la producción de neumáticos.
La transición hacia vehículos eléctricos (VE) y la infraestructura de carga asociada está redefiniendo cómo nos movemos de un lugar a otro. Este tipo de automóviles, que funcionan con baterías recargables, ofrecen una alternativa más limpia y eficiente en términos energéticos tanto para el transporte personal como para los usos públicos. Los vehículos eléctricos se presentan como una de las mejores opciones para quienes desean contribuir a la reducción de emisiones y la conservación del planeta. No es de extrañar que los grandes fabricantes de automóviles en todo el mundo hayan lanzado ya una amplia gama de modelos eléctricos, desde compactos hasta camionetas y SUV de gran tamaño. De esta manera es posible llegar a todos los consumidores.
Sin embargo, hay un componente esencial de esta revolución que a menudo pasamos por alto: los neumáticos. Ocupan un papel fundamental tanto en la seguridad como en el rendimiento y la eficiencia de modelos. De esto sabe mucho Michelin, marca líder en el sector que destaca como socio esencial para la mayoría de los fabricantes y ofrece su enfoque innovador para transformar (y mejorar) la experiencia de la conducción eléctrica.
Michelin ha asumido un compromiso sólido con la sostenibilidad y la seguridad también en la movilidad eléctrica. Su enfoque va más allá de la simple fabricación de neumáticos: la compañía francesa fundada por los hermanos Édouard Michelin y André Michelin en 1889 está impulsando una revolución en el diseño para reducir el impacto global de sus productos mientras, en paralelo, mantiene o mejora sus prestaciones. Así, ofrece neumáticos duraderos que garantizan una experiencia de conducción segura desde el primer hasta el último kilómetro, capaces de reducir a la mitad la resistencia a la rodadura para contribuir a un menor consumo de combustible y que se fabrican a partir de materias primas sostenibles o productos reciclados.
Un neumático Michelin es ahora más que nunca un objeto de alta tecnología que involucra más de 200 ingredientes perfectamente dosificados. Estos ingredientes interactúan para ofrecer un conjunto de prestaciones que abarcan desde la seguridad y el confort hasta la reducción del impacto medioambiental. Entre los materiales utilizados se encuentran el caucho natural, el caucho sintético, el metal, los cables textiles, las cargas de refuerzo como el negro de carbono y la sílice, los plastificantes, y otros elementos como el azufre para la vulcanización.
¿Sabías que el primer vehículo que sobrepasó los 100 km/h hace más de 100 años fue un vehículo eléctrico y llevaba neumáticos Michelin? La historia de Michelin en la movilidad eléctrica se remonta a 1899, cuando desarrollaron los neumáticos para «La Jamais Contente».
Desde entonces la compañía no se ha desligado de la movilidad eléctrica: al revés. Ha ido avanzando de forma pareja para participar en esta gran revolución. Los VE tienen características distintivas en comparación con sus homólogos de combustión interna, y esto los hace especialmente exigentes en lo que respecta a los neumáticos. La aceleración instantánea, el alto par motor, el silencio de funcionamiento y la búsqueda constante de una mayor autonomía de la batería hacen que sean una pieza clave en el rendimiento de estos modelos.
En este sentido, Michelin ha desarrollado neumáticos específicamente diseñados para optimizar sus prestaciones: no solo contribuyen a una mayor autonomía de la batería, sino que también mejoran la comodidad y el silencio en el interior del vehículo, como el lanzamiento del neumático e.PRIMACY para vehículos eléctricos o híbridos, un hito para la compañía.
Debido a la diferencia en la forma en que se acelera en un vehículo eléctrico en comparación con uno de combustión, los neumáticos de los coches electrificados también deben abordar transferencias de peso más intensas, lo que requiere un diseño especializado. No existe un neumático único para todos los vehículos eléctricos o híbridos, ya que las demandas de conducción pueden variar significativamente según el tipo de vehículo y su uso previsto.
En abril de 2021, Michelin anunció su estrategia «Todo Sostenible» para 2030 que se basa en tratar de encontrar el equilibrio entre las personas, el planeta y los resultados económicos. Además de los compromisos en materia de igualdad, en términos medioambientales la compañía busca reducir significativamente las emisiones de CO2 y aumentar el uso de materias primas sostenibles en sus productos y apostar por otras áreas de crecimiento, como la movilidad basada en el hidrógeno.
Para lograrlo, la marca de neumáticos aprovecha su potencial como incubadora de nuevas tecnologías y su madurez en el campo de la innovación, tal y como demuestra, por ejemplo, la producción de butadieno (un componente clave en la fabricación de caucho sintético) a partir de biomasa para reemplazar el derivado del petróleo. No obstante, el caucho natural de origen responsable continúa siendo el ingrediente principal de su producción.
Más de 6.000 personas en todo el mundo, incluyendo ingenieros, investigadores, químicos y desarrolladores, en Michelin trabajan para lograr la meta de tener neumáticos 100% sostenibles para el año 2050, además de adoptar los principios de economía circular en todas su operaciones y líneas de negocio para reducir, reutilizar, reciclar y renovar recursos.
Así, el grupo aspira a alcanzar la neutralidad en carbono y contribuir a la protección de la biodiversidad.
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