El vino es el perfecto acompañante para las mejores ocasiones y cuenta con una enorme popularidad en todo el mundo. Durante mucho tiempo se le ha asociado con diferentes beneficios para la salud cuando este se consume con moderación, y sus propiedades antioxidantes juegan un papel relevante en la prevención de algunas enfermedades. Los beneficios del vino tienen su origen en un grupo de compuestos llamados polifenoles, unos buenísimos antioxidantes naturales, ya que previenen el deterioro de células que conlleva un mayor riesgo de cáncer o enfermedades del corazón.
Una alimentación rica en polifenoles puede ser un valor añadido para la prevención de enfermedades crónicas y para la protección de la salud. Según el portavoz científico de la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), Ramón Estruch, el consumo de polifenoles, a través de los alimentos que los contienen, podría ser un mecanismo potencial para la prevención de alteraciones cardiovasculares. Esto se debe a que los polifenoles presentes en el vino contribuyen a proteger contra estas enfermedades, ya que su capacidad antioxidante aumenta el colesterol saludable para el corazón y mantienen el sistema inmune fuerte.