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Muchas de las profesiones que actualmente se ejercen no existían hace apenas unos años. Desde los prompt enginieer (personas expertas en saber cómo y qué pedir a las Inteligencias Artificiales, especialmente generativas, para que den los resultados esperados) a Community Managers (encargados de velar del contenido y las respuestas en redes sociales) o los Chief Happiness Officer (directores de la felicidad y el bienestar de los empleados).
¿Cómo se enfrentan las empresas y los profesionales a este escenario laboral tan cambiante? En Deep Talks, el formato de debate de Planeta Formación y Universidades, se intenta dar respuesta a algunos de estos asuntos en una conversación con cuatro expertos en la materia.
Durante el debate, aparecen temas importantes para intentar dar respuesta a cómo pueden prepararse los futuros profesionales para enfrentarse a estos desafíos. La adaptación a las nuevas demandas, el desarrollo de competencias de las denominadas blandas (como la comunicación o el trabajo en equipo) son algunas de las claves desgranadas por los expertos.
De hecho, todos ellos refrendan los datos que dan muchos estudios, como los efectuados por LinkedIn o McKinsey, que ponen de relieve que para la inmensa mayoría de los profesionales de los Recursos Humanos el tener estas habilidades blandas es tan o más importante que las duras o técnicas que se demandan para un puesto.
A la comunicación, el trabajo en equipo, la capacidad de aprendizaje o la inteligencia emocional se les da tanta o más importancia que a las competencias técnicas.
Cristina Marqués, EMEA Talent Acquisition Leader IBM Technology de IBM, asegura que para empresas globales como la suya se necesitan profesionales que sepan “trabajar en equipos multiculturales diversos, así como manejarse y defenderse en inglés”. Pero, además, con la innovación tecnológica “buscamos también profesionales que tengan habilidades transferibles; es decir, haber utilizado herramientas que te permitan utilizar muy parecida y que te permita aprender de manera muy rápida”. En este sentido, Marqués asegura que con la inteligencia artificial “y toda su disrupción tecnológica” va a ser “muy útil ese tipo de adaptabilidad”.
Colaboración con la empresa
En esta adaptación de las entidades formativas a las demandas del mercado, Julián Núñez Lozano, coordinador y profesor de los ciclos profesionales del área de empresa IFP, defiende que la incursión de las empresas en los planes educativos es “fundamental para lograr el éxito y el objetivo de ir hacia una educación dual, donde las empresas tengan mucho que aportar en los planes de estudio”. De esa manera, Núñez está convencido de que “los alumnos encontrarán en las empresas lo que realmente buscan” y viceversa.
El tema de la inteligencia emocional y cómo los chicos tienen que saber gestionar el fracaso es muy importante tratarlo.
Una opinión compartida por Carlos González, director del grado de ingeniería informática en UNIE Universidad, reconociendo que un profesor universitario puede (entre sus clases y su labor de investigación) no estar tan conectado con lo que están usando las empresas. “Si parte de los profesores vienen de esas propias empresas y te dicen en qué están apostando, eso te mantiene conectado a la actualidad”.
Además, este experto también abordaba temas como incentivar la capacidad de autoaprendizaje de todas las personas desde las entidades educativas, de manera que, cuando el alumno salga y se enfrente a cosas diferentes a las que ha visto, pueda adaptarse a ese cambio.
Es difícil que estudies una carrera o un máster y el mundo siga igual durante los años que has estudiado.
Pensamiento crítico
Este pensamiento crítico, esta creatividad o la capacidad de aprendizaje son otras de esas habilidades blandas que son fundamentales para estos expertos. Esther González, directora y profesora del máster de RRHH de EAE Business School, insiste en que muchos jóvenes de ahora tendrán puestos de trabajo que tendrán que explicar a sus padres, puesto que ahora ni existen.
Es algo que “se nota mucho en tecnología” pero que, advierte, pasa en todos los ámbitos. Por eso, “es muy importante que las personas sean flexibles” y que sigan lo que “siempre recomendamos a profesores y alumnos: un aprendizaje continuo”, subrayaba. Esta experta declara que los profesionales deben estar siempre aprendiendo. “Ser curioso y estar siempre atento a las tendencias y cambios. Esto realmente va a marcar la diferencia”, subraya.
Trabajo va a haber de sobra, pero realmente la clave es estar siempre preparado y ser flexible y estar dispuesto a aprender cosas nuevas.
Porque, tal y como augura la responsable de IBM, más allá de profesiones nuevas y otras que puedan desaparecer, “nuestro trabajo actual va a cambiar y todos nosotros vamos a incorporar, antes o después, la tecnología, que va a transformar la manera en la que trabajamos”.
Por eso, no solo hay que estar al día de cómo esta tecnología va a transformar nuestro puesto de trabajo (o corremos el riesgo de quedarnos desactualizados) sino que la formación continua es clave para todos los profesionales.
Algo en los que las Universidades o los centros de formación profesional tienen mucho que decir y aportar para que todos los profesionales pueden estar siempre empleables y con las competencias que requiere el mercado laboral.
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