Proyecto en colaboración con
Edge Computing o cómo bajarse de la nube
Hablamos con Emilio Moreno, jefe de producto de Edge Computing de Telefónica Tech
Parece otro de esos conceptos de gurús tecnológicos como brainstorming, widget, storytelling, moblog o geotargeting, pero la verdad es que Edge Computing tiene mucha chicha detrás. De acuerdo con la firma de análisis Gartner actualmente apenas el 10% de los datos generados pasan por Edge Computing, pero en tres años la cifra aumentará al 75%.
Sí, muy buen dato… ¿pero qué es Edge Computing? Hasta hace poco solo hablábamos de Cloud Computing, la capacidad de computación en la nube, en la que se procesaban los datos en un Centro de Datos potencialmente a cientos o miles de kilómetros. Este modelo, en el que la información necesita viajar muchos kilómetros de ida y vuelta, con un tiempo de espera olatencia significativa, es suficiente para buena parte de las aplicaciones y casos de uso, que no requieren inmediatez. La llegada de la Internet de las Cosas o IoT está cambiando la foto.. En 2016 había en el planeta unos 4.700 millones de dispositivos conectados a la red. Este año el número se duplicará por 10 y en 2030 llegaremos a los 125.000 millones. Desde altavoces inteligentes, timbres con cámaras, sensores en persianas, puertas que se controlan por voz, luces, robots de limpieza, procesadores en señales de tráfico y semáforos… La lista es interminable. Las aplicaciones que consumen la información generada por estos elementos necesitan recibir un gran volumen de información, procesarla convenientemente para tomar decisiones en el menor tiempo posible si queremos que funcionen correctamente. Otras aplicaciones, como la Realidad Virtual o el Gaming también empiezan a encontrarse con que el Cloud Computing no es suficiente para ofrecer una experiencia de usuario adecuada.
Los vehículos inteligentes no pueden esperar el tiempo habitual de envío y procesado en una nube tradicional para tomar decisiones críticas. Es en situaciones como esta cuando Edge Computing o la computación perimetral, permite que la información generada por los dispositivos sea procesada lo más cerca posible al lugar de la acción. Acercamos la nube tradicional lo máximo posible al punto en el que se generan los datos.
“En los vehículos autónomos, una diferencia de latencia de milisegundos puede cambiar los parámetros de seguridad y hacer más fiable esta tecnología. Con Edge Computing las soluciones son más cercanas"
Así, a medida que Internet de las Cosas conecta cada vez más dispositivos, las redes pasarán de ser principalmente amplias autovías con seis carriles en los que la información viaje a la nube, a convertirse en telarañas de interconexiones intermedias entre dispositivos. Esto permite que los datos se almacenen y procesen en puntos intermedios en el «borde» de la red, en lugar de estar siempre en un servidor central o en el centro de datos.
La aspiración es que estos lugares, al borde de la red, sean cada vez más inteligentes: fábricas, hospitales, centros de transporte, universidades, laboratorios, supermercados… Todos aquellos lugares donde trabajamos, jugamos, aprendemos, compramos y vivimos junto a dispositivos inteligentes.
La ventaja es que la información se procesa y recibe más rápido ya que el procesamiento se realiza de forma cercana al origen de los datos (móviles, ordenadores, relojes inteligentes, sensores, etc.) y esto optimiza los costes. Y esto da lugar a la Edge Intelligence, la inteligencia perimetral: la capacidad de distribuir de manera inteligente la informática entre los recursos perimetrales (cuando el tiempo de respuesta es más importante) y la nube (cuando la velocidad pasa a segundo plano).
Naturalmente, para poder hacer realidad Edge Computing es necesario contar con redes que ofrezcan muy bajas latencias y muy altos anchos de banda. La llegada del 5G y las redes de fibra permiten este cambio de paradigma.
“En cinco años tendremos una nueva generación de servicios para el usuario que ahora son impensables”
Los ejemplos de sectores que se verán beneficiados por Edge Computing son muy numerosos. Mencionaremos algunos de los más relevantes.
Este es un ejemplo muy actual y podemos intuir el potencial de mejora que aporta en un contexto como el que vivimos en el que estamos sufriendo problemas en las cadenas de suministro, especialmente en bienes tecnólogicos. Se están realizando experiencias en instalaciones portuarias, en las que gracias a la potencia de procesado cercano ofrecido por el Edge permite gestionar la infraestructura (grúas, personal) en tiempo real mejorando la seguridad de todos los participantes y agilizar el tráfico de contenedores. La identificación, mediante reconocimiento de vídeo en tiempo real de los contenedores agiliza el tráfico, evita errores y en definitiva reduce los tiempos de espera y evita cuellos de botella.
La adopción de vehículos autónomos también permitirá mejorar el movimiento de mercancías, inicialmente en entornos cerrados como almacenes, plataformas logísticas o puertos como posteriormente en tráfico normal, con positivo impacto medioambiental al optimizar los movimientos.
La industria es un campo en el que Edge puede ayudar a hacer realidad soluciones que demandan tiempos de procesado y de gestión muy relevantes. Una fábrica incluye cada vez más elementos (máquinas, personas, robots) que generan volúmenes muy importantes de información, que es necesario procesar casi instantáneamente para que nada se pare. Edge Computing aporta esta capacidad de procesar datos con los tiempos de respuesta requeridos. Algunos ejemplos de aplicación que ya están entre nosotros son los de Gemelos Digitales, en los que una copia virtual de la fábrica analiza los datos reales que se generan y permite monitorizar el funcionamiento o predecir posibles problemas. La asistencia remota, con Realidad Virtual Inmersiva permite resolver problemas en remoto que de otra manera implicarían desplazamientos de personal especializado, con las consecuencias en tiempos de indisponibilidad, impacto medioambiental, etc. La gestión en tiempo real de los robots, que pueden estar en movimiento, es otro caso en el que Edge, combinado con las redes 5G, hace posible. Podríamos decir que el Edge es como un director de orquesta invisible que hace que los músicos ejecuten una partitura que va cambiando sobre la marcha.
Uno de los sectores en el que los usuarios reclaman constantemente una baja latencia (el tiempo entre que enviamos la información y vemos la reacción en pantalla, básicamente) es en los videojuegos. El uso de Edge Computing en este sector (que no nos olvidemos que factura más que el cine y la música juntos) permitirá que la realidad virtual y la aumentada despeguen de modo considerable, trasladando los juegos de la pantalla y el sillón, a la calle… Al mundo real. Para una experiencia de juego totalmente inmersiva.
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