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Cada 14 de febrero desde 1949 se celebra el Día Mundial de la Energía, una fecha que invita a la reflexión sobre el papel que ocupa la energía en nuestro día a día y la responsabilidad que tenemos en su uso eficiente y sostenible.
Actualmente, esta jornada sirve, además, para subrayar la necesidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles y avanzar hacia un modelo energético basado en fuentes renovables. Con el cambio climático mostrando signos inequívocos de su impacto en el planeta, la urgencia de esta transición es más evidente que nunca.
Las energías renovables han dejado de ser una alternativa marginal para convertirse en el eje central de la transición energética. La energía solar fotovoltaica, por ejemplo, se ha posicionado como una de las fuentes de electricidad más asequibles en el mundo, con una capacidad instalada en constante crecimiento. Tanto es así que se espera que su capacidad de generación en 2050 sea lo suficientemente grande como para poder reducir el precio de la electricidad en varias franjas horarias diarias, algo que promete beneficiar tanto a los consumidores como a las empresas.
Sin embargo, a pesar de estos avances, la dependencia de los combustibles fósiles sigue siendo alta. La industria del petróleo y el gas es responsable de aproximadamente 120 millones de toneladas de emisiones de metano al año, lo que equivale a un tercio del total de emisiones de metano generadas por el ser humano.
Los efectos del calentamiento global son cada vez más evidentes: temperaturas en constante aumento, fenómenos meteorológicos extremos, el deshielo de los glaciares y la pérdida de biodiversidad. Ante esta realidad, la descarbonización de la economía se ha convertido en un objetivo inaplazable.
Reducir las emisiones de carbono es, además de una responsabilidad, una oportunidad para innovar y desarrollar nuevas tecnologías que garanticen un crecimiento económico sostenible.
La generación de energía renovable se ha convertido en el eje central de la transición hacia una energía limpia.
El sector de los combustibles fósiles es responsable de un tercio de las emisiones de las actividades humanas.
La energía solar fotovoltaica es una de las fuentes de electricidad más baratas en la mayoría de los mercados globales.
El cambio climático es una realidad palpable.
En 2050, la capacidad energética permitirá reducir el precio de la electricidad varias horas al día.
La descarbonización es clave para limitar estos efectos negativos.
Veolia, líder mundial en transformación ecológica, ha desarrollado una estrategia integral para ayudar a empresas y administraciones a reducir su huella de carbono. Su oferta GreenPath incluye más de 100 soluciones técnicas diseñadas para acelerar la descarbonización y cumplir con las regulaciones medioambientales sin comprometer la rentabilidad.
Este conjunto de soluciones se adapta a las necesidades de clientes industriales, municipales y del sector terciario, con la idea de que puedan anticiparse a los cambios regulatorios y optimizar, así, el uso de los recursos energéticos.
Consciente del papel que juega la tecnología en la eficiencia energética, Veolia ha desarrollado un ecosistema digital que combina inteligencia artificial y análisis de datos para optimizar la gestión de agua, residuos y energía bajo el nombre Hubgrade. A través de esta plataforma y sus algoritmos, los clientes pueden supervisar y mejorar el rendimiento de sus instalaciones en tiempo real, de cara a minimizar desperdicios y reducir su consumo energético, y recibir estrategias de optimización adaptadas a cada contexto.
En España, esta tecnología ya ha demostrado su eficacia: los centros para la gestión energética, agua industrial y residuos gestionan más de 2.500 instalaciones a distancia, lo que se traduce en un ahorro de 1,5 millones de euros al año y evita la emisión de 164.000 toneladas de CO2.
Tecnalia es el mayor centro de investigación aplicada y desarrollo tecnológico de España y un referente en Europa. Colabora con las empresas e instituciones para mejorar su competitividad, la calidad de vida de las personas y lograr un crecimiento sostenible gracias a un equipo de más de 1.500 personas comprometidas con la construcción de un mundo mejor a través de la investigación tecnológica y la innovación.
Tecnalia, dentro de su estrategia de descarbonización, se ha comprometido a ser 100% neutra para el alcance 1 y 2 para el año 2040 y para todos los alcances (1, 2 y 3) para el año 2030.
Tecnalia persigue cumplir los objetivos de sostenibilidad y transparencia llevando a cabo un alto grado de inversión que suponga un salto cualitativo en las tecnologías de producción energética de todos sus edificios, con la implantación de un modelo de seguimiento exhaustivo de consumos.
Además de tener una exigencia atenuada en el cumplimiento del marco normativo por ser una fundación privada, en tan solo dos años, de 2021 a 2023, Tecnalia ha logrado cumplir con los criterios establecidos por la Ley 4/2019, obteniendo la certificación de sostenibilidad para todos sus edificios. Este logro convierte a Tecnalia en la primera organización de Euskadi en cumplir estos requerimientos, adelantándose seis años al plazo establecido para la Administración Pública, fijado en el horizonte 2030.
El Día Mundial de la Energía no solo nos recuerda la importancia de un consumo responsable, sino también el enorme potencial que tienen la innovación y la tecnología para transformar el sector energético. Empresas como Veolia están liderando este cambio con soluciones que hacen posible la descarbonización a la vez que mejoran la competitividad y sostenibilidad de las organizaciones.
El reto ahora es seguir avanzando hacia un modelo donde la energía limpia y la eficiencia sean la norma y no la excepción.
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